Una vez más, los Mozos de Arousa han protagonizado un enfrentamiento de opiniones en la prueba final. Bruno ha tenido una de sus visiones y estaba convencido de que la palabra oculta era Ricardo, por el rey Ricardo Corazón de León, pero Raúl no estaba de acuerdo y Borjamina no ha querido vivir un nuevo momento de tensión entre los miembros del equipo.
Los Mozos de Arousa son muy democráticos y siempre hacen lo que la mayoría quiere. Suelen estar de acuerdo en casi todo, pero en los momentos de duda o conflicto, la opinión de dos pesa sobre la de un tercero.
En el momento de la última palabra, Bruno ha saltado de la silla y ha tenido claro que la palabra oculta era Ricardo, por el rey Ricardo Corazón de León. Borjamina ha alucinado ante una nueva de sus genialidades y le ha dado la razón, pero Raúl no lo tenía tan claro y le ha dicho que también podría tratarse de la palabra ritmo.
Bruno estaba segurísimo y parece que Borjamina también, pero en esta ocasión no ha querido que su hermano se enfadara como en los programas anteriores y le ha dicho que al existir varias opciones prefería comprar la palabra oculta “no siempre nos la podemos jugar”. Bruno ha aceptado convencido de que era un error.
Al comprobar que Bruno estaba en lo cierto y que él les recordara los más de 1.800€ que se había gastado a lo tonto, Borjamina se ha imaginado lo que les iba a tocar aguantar en el camerino por parte del concursante gallego.