"Me he emocionado al ver las imágenes de ayer". Efectivamente, a Bibiana Fernández, como ella misma ha reconocido, se le han puesto los "ojos vidriosillos". Ha sido al ver un vídeo sobre sus primeros pasos como artista:
"El último momento en donde estás corazón tiene que ver con un estreno en el Círculo de Bellas Artes y yo estaba recién separada de Javier Serrano y él se encargó de la fiesta, y yo le hice esa dedicatoria a él…"
Pero es que en cualquier lugar en el que pise Bibiana hay pedazos de historia. Como en el teatro Arteria Paral-lel donde va a representar su espectáculo actual: "En ese mismo teatro me contrató Juanito Navarro. Fui por primera vez a ver a Esteso y aquello terminó en una revista en la que trabajaba Norma Duval. Y Juanito navarro me vio allí y me contrató. Luego eso fue una discoteca. También se hizo allí el programa de Ángel Casas. Y ahora vuevo a ese teatro. Debutamos el día 14. Dos meses hasta mayo".
Sobre su relación con Loles León, su compañera profesional, dice que se siente completamente unida. Como cómplices. "Hay una comunión, es como salir con un trapecista y olvidarse".
Una relación no exenta de roces: "En el escenario nos hemos peleado, pero nos llevamos peleando veintitantos años".
El regalo del perrito
También ha aprovechado para contar la historia del perro que le regalaron en Qué tiempo tan feliz: "Llamé a producción. Oye, que es macho, puedo cambiarlo por una hembra, me dijeron que vale, pero que otro día y me fui con el perro a mi casa, que me daba pena soltarlo. Y yo que he vivido toda la vida sin sentido común. Lo entregué en el orfanato, me quedé esperando la perra, no venía. Y nada: Porque ahora tengo una mudanza, tengo una función, tengo Ana Rosa, un poco de varietés, voy a poner enfrente del teatro Paralall-lel unos coches de choque para ver si me entretengo un poquito".