Maite Galdeano y Kiko Jiménez se convirtieron en los primeros concursantes confirmados de la nueva temporada de ‘Pesadilla en El Paraíso’. Suegra y yerno se lanzaban juntos a la aventura de convivir en una granja con más compañeros. Un nuevo reality que afrontan cuando su relación atraviesa su mejor momento.
Parece ser que, con el paso de los años, Sofía Suescun ha conseguido que su madre y su novio no solo se acepten si no que, además, se lleven a las mil maravillas. Pero esto no siempre ha sido así y nosotros hemos sido testigos de todos los baches por los que ha pasado su relación.
Ambos han participado en varios programas y ha sido precisamente durante su paso por los mismos cuando hemos podido ver en numerosas ocasiones los problemas que existían entre ellos. Sus conflictos se remontan prácticamente a los inicios del amor entre Sofía y Kiko.
El andaluz participó en la séptima edición del programa, en la que coincidió con Estela Grande, en aquel entonces mujer de Diego Matamoros. Ambos protagonizaron una amistad en la que la complicidad fue cada vez mayor, desatando la polémica en el exterior.
Maite no dudó en pronunciarse al respecto, adjudicando a Kiko el título de “lobo feroz” y asegurando que hubo un “roneo” que fue “cosa de ambos”. La madre de Sofía confesó sentirse engañada por su yerno: “Es un fraude, nos ha engañado a todos. No se puede jugar con los sentimientos de las personas”.
Pero los problemas no llegaron únicamente por su acercamiento con la influencer. Durante su estancia en la casa, Kiko criticó a su hijo, Cristian Suescun, algo que Maite tampoco estuvo dispuesta a dejar pasar: “Es muy feo”.
Pero la distancia que se produjo entre ellos tras el programa fue tan solo el inicio. Kiko Jiménez se sometió a un ‘Polideluxe’ que hizo que todo estallara por los aires y que terminó con Maite Galdeano entrando en directo a través de una llamada telefónica.
Kiko reconocía en una de las preguntas que el comportamiento “vulgar” de su suegra en los platós de televisión le hacía sentir “vergüenza ajena”. La madre de Sofía no se lo pensó dos veces y escribió de manera inmediata a Jorge Javier Vázquez: “Dile a este despendolado que ya no va a haber boda y que se terminó”.
El presentador se decidió a llamarla en pleno directo. Maite se desahogó sin límites y le hizo saber a su yerno que le iba a “hacer la vida imposible” y que iba a poner medios para que su hija no se casara con él.
“No me ha gustado nada lo que ha dicho de mí. Voy a interferir para que Sofía no se lance tan pronto a casarse. Voy a frenarla. Yo voy a entrar a vivir con él y le voy a hacer la vida imposible. Me tendrá que pedir perdón. Si piensa eso de mí, se va a quedar sin boda. Que se busque a otra porque no se va a casar con mi niña”.
Bien es sabido que finalmente ambos han sabido comprenderse. Malo hubiera sido que no lo hubieran conseguido, porque los dos han compartido muchas cosas, hasta hogar. La cuarentena tuvo un gran impacto sobre toda la sociedad y ellos no se salvaron de vivir sus consecuencias.
Tras una discusión durante el confinamiento, Kiko Jiménez quiso abandonar la casa en la que vivían. Maite trató de impedírselo y, una vez más, todo estalló: “Mi hija entró en cólera llorando porque él decía que se iba, que no me aguantaba, que iba a reventar la puerta”.
No obstante, y a pesar de sus continuos rifirrafes, Kiko y Sofía siempre han priorizado su amor. Tanto, que han superado todos los obstáculos y ya acumulan años de relación. Y esto ha hecho que, al fin, Maite confíe en el novio de su hija.
Fue en su participación en el reality ‘Sola’, cuando la navarra reconoció por primera vez de manera pública y muy emocionada lo contenta que estaba con la historia de amor de su hija con Kiko: “Ahora me gusta que estén juntos y que sigan por los siglos de los siglos. Les veo felices, luchan por sus sueños y triunfan en esa lucha. Hacen todo con mucha ilusión”.