Tres víctimas del terrorismo, dos de la banda terrorista ETA y una de los GAL, se han sentado a la mesa con un exterrorista que lleva años mostrando su arrepentimiento por el asesinato que cometió (y por el que sólo cumplió un año de condena). Maider es la hija de un hombre también fue asesinado, según su testimonio, por los GAL y ella se siente “muy sola” porque es un episodio de la historia de España que todavía no se reconocido abiertamente.