Seguro de su equipo y más contento que de costumbre, Orestes se ha venido arriba con sus chistes y chascarrillos. Christian estaba desesperado, pero él cada vez estaba más arriba y ha conseguido que un chico del público llorara de la risa con su chiste de Thor. Eso sí, luego la palabra martillo se le ha atragantado un poquito.