Pasapalabra lleva en emisión tantos años que es parte de la rutina de sus espectadores pero, en todo este tiempo, no habíamos visto a un aspirante que se pusiera tan, tan, tan, nervioso ante la sola idea de poder participar en el programa. Tras perder su último rosco (que le hizo llorar), Antonio ha pasado por la silla azul y estaba tan tenso que se ha tapado la cara durante toda la prueba.