Parecía que todo estaba en contra de Julio y que su rival, el joven Pablo, estaba más cerca que nunca de llevarse los 318.000 euros del bote. Pero el profesor de música no desesperó: con tranquilidad, fue sumando acierto tras acierto... ¡hasta ganar el rosco! Sin duda, una de las remontadas más espectaculares de la historia del concurso.