Sheila tenía ganas de conocer el ritmo del corazón de sus pretendientes en 'Para toda la vida: The Bachelorette', pero en especial de uno de ellos: Héctor, el profesor de capoeira.
Intuyendo que sería el mejor bairalín de sus pretentientes, Sheila tuvo una cita a solas con él en la que consiguió sorprenderle. Le tapó los ojos y le llevó a un lugar donde esperaba alguien que él no imaginaba: ¡el coreógrafo Poty Castillo!
Poty les animó a que aprendiesen bachata, todo un arte de seducción. Tal era la química entre ambos, que Sheila y Héctor se acercaban tanto que Poty les separaba. ¿Por qué? Porque tal y como explicó el coreógrafo, "la bachata es una seducción lenta".
Después de aprender los pasos básicos del baile, Sheila y Héctor de nuevo volvían a estar muy cerca. Esta vez, con el 'permiso' de Poty y con la misma atracción que tuvieron desde el comienzo.