La fórmula del éxito de Tamara Gorro: analizamos con ella por qué triunfa en redes
1. Es tremendamente activa en redes... porque le gustan
El 17 de septiembre de 2012, Tamara Gorro se estrenaba en Instagram con la siguiente imagen. Desde entonces van más de 3.000 publicaciones en las que la hemos visto crecer y acumula 789.000 seguidores (y 466K en su cuenta de Twitter). No hay día en el que no comparta una foto, un vídeo o un mensaje, y sólo hay un motivo por el que es tan activa en redes: porque le apasionan. "Yo soy una más, y me gusta. Todos los días veo perfiles y contesto a los comentarios, hago quedadas...", nos cuenta Tamara, que no entiende las redes como parte de su trabajo, si no de su vida. "¡Instagram me encanta!", recalca de nuevo.
2. No tiene pudor por compartir sus malos momentos
Tamara Gorro es inusualmente generosa con sus followers: estamos acostumbrados a seguir a famosos de vidas felices y a todo color, pero ella no oculta (ni en redes ni en televisión) sus malas rachas y sus bajones. "Si tengo un mal momento ellos están, por eso creo que tienes que dar lo que ellos te dan a ti siempre", explica Tamara, que asegura que su 'familia virtual' es quién más la ha apoyado por ejemplo cuando hizo público que iba a ser madre por gestación subrogada y que había sido un proceso largo y duro. Hace dos meses anunció en Instagram que estaba embarazada, emocionada por compartirlo con sus seguidores. "Sé que estoy perdiendo muchísimo dinero, pero lo gano en otras cosas", dice emocionada.
3. Apuesta por la naturalidad frente al postureo
"Yo creo en la naturalidad, en no cortarme en decir o hacer algo que tú también dices y haces". Así describe Tamara su apuesta por la naturalidad, por reírse de la obsesión por parecer y aparecer perfecta. Y esto no quiere decir que no salga monísima en las fotos o no cuide la luz y el encuadre (¡cuidao!), si no que no se le caen los anillos por mostrarse de vez en cuando con el moño de estar por casa y una camiseta vieja si el momento grabado merece la pena. "Soy una persona normal, no me considero más que nadie, y actúo como tal", nos dice la presentadora, que odia la palabra 'famosa' porque es una categoría en la que no se siente identificada.
4. Promociones sí, pero con reservas: no se vende a las marcas
Pena, penita, pena cuando un influencer ve el negocio en sus redes y le puede la avaricia. No hay nada peor en el mundo follower que darte cuenta de que alguien a quién sigues ha convertido su cuenta en un catálogo vacío de contenido: que si fotito con esta cerveza tan rica por aquí, que si mira qué bien me sienta esta nueva colección de zapatos por allá... Y Tamara Gorro tiene claro que no se vende, aunque haya promocionado algunos productos. "A mí me vienen muchas firmas, pero nunca cojo algo que no me gusta, primero lo pruebo, porque yo no quiero engañar", nos asegura Tamara, que sin embargo aclara (y nosotros de paso también) que respeta a quién se dedique a hacerlo.
5. Defiende, quiere y se debe a los suyos: ¡viva la familia virtual!
"El mérito es todo de ellos, porque son ellos los que me han creado a mí", se emociona Tamara cuando hablamos de sus fans. Y así, en ese momento, aparece cristalino el motivo principal por el que ella engancha, emociona, por el que la gente se encariña con ella. "Cuando digo familia virtual, lo digo y lo siento de verdad", trata Tamara de explicarse, pero confiesa no tener palabras para definir el vínculo que ha establecido con sus followers. "Los seguidores me aportan mucho más de lo que les pueda aportar yo a ellos", remarca la presentadora, que es todo piropos. Y aclara: "a los fans los quiero, a la gente que me hace críticas constructivas les contesto, pero si tengo que mandar a la mierda a los que faltan al respecto, lo hago con todas las letras". Así es ella.