2020 ha sido un año terrible para todos. La crisis del coronavirus ha cambiado nuestros planes, nuestra forma de relacionarnos, de consumir y hasta concebir el mundo. Hemos tenido que renunciar a mucho y nos hemos tenido que despedir de otros tantos por el camino. Y aunque en general, haciendo balance, la gran mayoría podemos sacar numerosas cosas buenas… en el caso de Anabel Pantoja la cosa no está tan clara.
La colaboradora de 'Sálvame' cierra el año después de haber tenido que hacer frente a numerosas críticas. Especialmente malo ha sido el último trimestre de la andaluza, en el que ha tenido que lidiar contra numerosas y constantes polémicas en redes, una rotura de peroné y, cómo no, a la batalla mediática que libran su primo Kiko y su tía Isabel Pantoja. Estos son los motivos por los que la prima de Kiko Rivera cierra su peor año...
Cuestionada por subir imágenes en redes
La última de todas, por un supuesto problema con el alcohol, que ha sido cuestionado bastante tanto por sus seguidores en redes, como por sus compañeros de programa. Anabel es conocida por lo mucho que le gusta la fiesta.
Su alegría y buen humor la llevaron a convertirse en la reina del 2.0 en la cuarentena, donde sus directos bailando y haciendo ejercicio, como si de Jennifer López en un videoclip se tratara, causaron sensación. Completamente desinhibida, la tertuliana mostró al público lo mejor de sí misma; algo a lo que parece haberle cogido el gusto, especialmente en las últimas semanas, en las que se está adelantando a la Navidad y cerrando el año con diferentes amigos.
Pero con tanta celebración… a Anabel se le debió olvidar que estaba siendo vista por miles de personas en Instagram y han sido ya varias las ocasiones en las que se ha dejado ver después de haber tomado alguna que otra copa de más. Sus 'followers' han notado y criticado este comportamiento, pero también lo han hecho sus compañeros de plató de 'Sálvame'.
Incluso su pareja intentó sin éxito que cortase la conexión en directo y se fuera a la cama. Algo que a esta, que lleva desde el pasado mes de octubre sin aparecer por los estudios de Mediaset debido a su accidente, no le sentó nada bien. "Pues nada, me meto a monja…", replicaba enfadada sin comprender la repercusión mediática que pueden tener sus vídeos para el público más joven.
Duros insultos por su físico
Sus comentadas salidas no han sido el único tema de conflicto en la Red. Hace tiempo que Anabel decidió liberarse y decir 'no' a las dietas, para vivir feliz y plena sin importarle una talla o un cuerpo perfecto. Tras años luchando contra el sobrepeso, y tras haberse puesto una banda gástrica, la 'sobrinísima' ha decidido no vivir condicionada por la báscula y comer lo que le viene en gana. Ella es consciente de que ha ganado unos cuantos kilos este último año, ya que el confinamiento y su posterior rotura de peroné, la han llevado a pasar mucho tiempo sin poder moverse y sin hacer deporte.
Pero aunque su deseo sea volver a la rutina y empezar de nuevo a practicar algo de ejercicio, el peso no la atormenta. De hecho, en sus fotografías y vídeos puede verse cómo ha pasado de esconderse a ser una de las mujeres que mejor abanderan el movimiento 'curvy' de nuestro país. En este sentido, puede hasta presumir de haber lanzado hace poco más de un mes su libro 'El plan de Sálvame para curvys', cargado de recetas, rutinas de entrenamiento y otros consejos de estilo de vida saludable. No obstante, y a pesar de todo esto, su físico continúa siendo objeto de debate día tras día.
Hace tan solo unas semanas, precisamente, Anabel quiso compartir con todos sus seguidores una de las imágenes más reales que podemos encontrar en su 'feed'. En ella, se puede ver a la sevillana como Dios la trajo al mundo momentos antes de meterse en la ducha, rompiendo una vez más los cánones de belleza y enseñando sus 'cicatrices de guerra'.
Normalmente, Anabel esconde sus estrías utilizando bikinis de braguita alta, aunque ahora ha querido visibilizarlas y hacer de ellas lo que son, algo completamente natural. Este acto de valentía y de sororidad con otras mujeres, no obstante, le ha valido un centenar de críticas también, pues mucha gente continúa viendo estas marcas en la piel como algo por lo que avergonzarse.
Tremenda mala pata: la operación que la ha postrado en la cama durante 2020
La mala suerte de Anabel Pantoja no termina ahí. La andaluza sale desde hace dos años y medio con Omar Sánchez, un canario que es windsurfista profesional. Hace aproximadamente un año, Pantoja hizo las maletas y se marchó a Gran Canaria para crear junto a 'su negro' su particular nido de amor.
Y aunque la vida al menos parezca sonreírle en el amor, su pasión por seguir a su pareja en los deportes acuáticos hizo que el pasado mes de octubre se rompiese el peroné mientras practicaba surf. Su falta de dominio con la tabla y con las olas condujeron a la tertuliana al hospital, donde tuvo que ser intervenida.
En total, Anabel ha pasado 50 días escayolada, algo que como es normal ha propiciado su reciente subida de peso. Sea como fuere, en estos meses, la sobrina de Anabel Pantoja ha vivido como una reina. Nada más operarse, se fue a una lujosa villa en Salobre Golf, cerca de la famosa Playa del Inglés, en la que pasó su postoperatorio.
Aunque ahora que le han retirado el yeso está comenzando a realizar más actividades, en este tiempo hemos podido ver a Anabel disfrutando de la isla sin problema alguno. Actualmente se encuentra haciendo rehabilitación de la mano de un prestigioso centro de Gran Canaria y acude diariamente a otro hotel de lujo para realizar acuaterapia en el spa.
Conflicto familiar con Cantora... ¿A quién apoya Anabel?
En los últimos meses, Anabel también se ha visto inmersa de manera indirecta en una de las grandes polémicas y tramas del último año. La batalla mediática que disputan su tía Isabel Pantoja y su primo Kiko Rivera ha colocado sin querer a la tertuliana en el ojo del huracán.
Siempre se ha mostrado muy unida a ambos, por lo que su posición en el conflicto familiar despertaba el interés general. Su imparcialidad en este asunto también le ha valido un aluvión de críticas y comentarios negativos, sin embargo, Anabel prefiere mantenerse al margen y asegura encontrarse 'entre la espada y la pared'. No obstante, y pese a entender la posición de ambas partes, considera que su primo, al que quiere como a un hermano y al que también ha apoyado públicamente a través de sus redes, debería haber aireado los trapos sucios en el salón de su casa y no en televisión.