De Podemos, feminista y masona: Así es la nueva vida de Karmele tras ’Sálvame’
Alejada de los platós de Telecinco, María del Carmen Marchante Barrobés (sí, se llama así) quiere desarrollar la vena activista que marcó sus primeros años de profesión, cuando era redactora de ‘Informe Semanal’ y cruzaba la selva colombiana para entrevistar a los narcos de Medellín. De hecho, la catalana se encuentra escribiendo un libro sobre la trata de mujeres y niñas, al tiempo que espera nuevos proyectos en TV3.
También continúa cultivando su mente dentro del Club de las 25, grupo feminista que fundó en 1994 y que presidió hasta 2014. Actualmente,Cristina Almeida es quien está al frente, mientras que Marchante ostenta el cargo de Presidenta de Honor. Con el Club de las 25, la periodista interviene en los almuerzos mensuales en los que se abordan temas de actualidad y de debate, como la violencia de género y la defensa a la ley del aborto, junto a otras personalidades destacadas. Por ejemplo, uno de los últimos encuentros contó con la presencia de la actriz Leticia Dolera.
Además, la antigua colaboradora de ‘Sálvame’ permanece volcada con la Logia Clara Campoamor, una asociación de mujeres masonas que pertenece a la Gran Logia Femenina de España. “Las masonas de Clara Campoamor reivindicamos el valor de las mujeres que han vivido transformando profundamente el legado machista recibido”, explica el manifiesto que aparece en su página web y que sigue así: “Nos une un sentido de la fraternidad muy acusado porque queremos andar el camino con mujeres y hombres que miran al otro con compasión, ternura y reconocimiento de la igualdad básica de todo ser humano”.
De Unidos Podemos e independentista
En el plano político, Marchante se muestra más beligerante que nunca. Desde hace meses viene apoyando públicamente a Unidos Podemos y asistiendo a los mítines del partido de Pablo Iglesias. Es más, no para de expresar sus tendencias políticas en las redes, mientras espera que “la derecha cancha y rancia se hunda”. En Twitter alaba a Irene Montero, a quien considera como “la nueva Pasionaria”. Además, no duda en movilizarse contra el PP, llegando a firmar peticiones en Change.org, como la que “exige la dimisión de Cristóbal Montoro por impulsar la amnistía fiscal ilegal del Gobierno”.
Por otro lado, Karmele continúa inclinándose por la independencia de Cataluña desde el pacifismo. “Ningún referéndum es ilegal”, defiende la periodista en las redes. Una postura que ya compartió en ‘Interviú’, donde posó desnuda envuelta en una estelada, o sostuvo en la campaña ‘Ara és l’hora’, que encabezó con Juanjo Puigcorbé y sor Lucía Caram. Queda claro que sus siete años en ‘Sálvame’, donde defendió la canción ‘Soy un tsunami’, con la que esperaba representar a España en Eurovisión en 2010, no alteraron ni lo más mínimo los principios de Marchante. “Mi acento o mi manera de ser sigue siendo exactamente igual de radical”, dijo en una entrevista a ‘El País’.
Saliendo de las deudas y sin pareja
Ahora la periodista trata de llevar una vida sosegada y discreta. Hace un mes fue divisada en el de la localidad asturiana de Luarca, con la mismas pintas extravagantes con las que acudía a los platós de Telecinco. Cabe recordar que, ahogada por las deudas, tuvo que vender su casa de 500 metros cuadrados en la exclusiva zona de Arturo Soria de Madrid para instalarse en un dúplex de 40 metros cuadrados en el barrio obrero de Vallecas. “Yo me he tenido que apretar mucho el cinturón porque acumulé muchas deudas por mis malas inversiones y mi exmarido colaboró a que las cosas fueran a peor. Vendí todo lo que pude y me dejaron”, declaró Karmele hace un año, culpando de su mala suerte a su tercer marido, Diego Soto, al que llamaba ‘Pinchurrín’.
Desde finales de 2013, que fue cuando se separó de su esposo al encontrarle en una página de contactos, Marchante permanece soltera. Al menos, de manera oficial, porque la tarraconense evita desvelar sus novedades sentimentales a los medios, porque, pese a haberse dedicado a él durante más de dos décadas, reniega del corazón. “El periodismo rosa fue un error en mi vida y no hay vuelta atrás”, aseguró a ‘El Español’.