Hace poco más de siete años, un aparatoso accidente de tráfico cambiaba para siempre la vida de Gala Caldirola. Un viaje que casi le cuesta la vida y que, ahora, le sirve para concienciar a los demás de la importancia de la seguridad vial. La extronista de 'MyHyV' ha hablado en un programa de televisión de las secuelas que le han quedado y ha confesado que, aunque no lo parezca, tiene la cara llena de titanio y tornillos.
Para los seguidores de 'Mujeres y Hombres y Viceversa' este fatídico accidente no tendrá nada de desconocido. Todo sucedía en agosto de 2012, durante el trono de Gala. Emma García (que para aquel entonces era la presentadora del programa) comunicaba a los espectadores la inesperada noticia con un semblante serio: Gala y Santana habían tenido un accidente de tráfico volviendo de un bolo en Badajoz.
Casi ocho años después, la joven no ha olvidado aquel traumático suceso que cambió el curso de su vida para siempre. Sin embargo, lejos de querer olvidar, Gala utiliza su experiencia para concienciar a la gente de lo importante que es ponerse el cinturón de seguridad y respetar los límites de velocidad establecidos.
Esto ha sido, precisamente, lo que ha hecho recientemente en un programa de televisión: contar lo que ella vivió para tratar de evitar que otros cometan sus errores del pasado. "Hay mucha gente que no se pone el cinturón porque piensan que no es necesario. Pero hay que llevarlo siempre porque sino te puede pasar como a mí", ha comenzado explicando la extronista con la voz entrecortada.
"Un día iba en la carretera, por la noche, se nos cruzó un animal y chocamos. Yo no llevaba puesto el cinturón y salí disparada por la ventana", ha recordado visiblemente emocionada. "Me fracturé dos vértebras de la espalda, me tocó la ciática y me fracturé toda la parte derecha de la cara. Me tuvieron que hacer una reconstrucción maxilofacial", ha contado frente a las cámaras, rememorando el catastrófico accidente que le dejó numerosas secuelas en su rostro.
"Aunque no se vea, llevo cuatro placas de titanio y doce tornillos. El ojo derecho me lo sujeta una red de titanio", ha confesado la extronista, que ha reconocido que tuvo que pasar por un proceso arduo y largo de recuperación.
El pasado mes de enero, Gala pasaba por el altar y le prometía amor eterno a su novio, el futbolista Mauricio Isla, en una boda de cuento de hadas. Fue la segunda vez que la extronista le daba el 'sí, quiero' a su marido, pues ya habían celebrado una primera ceremonia por lo civil, con muy pocos invitados, en Altea (Alicante). Sin embargo, la influencer cumplía a principios de este año su deseo de volver a casarse, esta vez en Chile, y por la Iglesia.