Marcelo Ciriaco, a.k.a 'El Malaguita' y Laura Campos, se conocieron en la duodécima edición de 'Gran Hermano'. En aquel entonces ella tenía pareja, pero las dotes de seducción de su compañero hicieron que Laura acabase rendida a sus pies. "Lo siento Samu, pero esto es lo que hay", decía la de Parla en directo mientras cortaba con su novio y protagonizaba una frase que terminó pasando a ser parte de la historia de 'GH'. Lo suyo fue un auténtico flechazo. Un romance tormentoso, cargado de idas y venidas - edredonings incluidos- que enganchó e hizo vibrar a los espectadores y llevó a la pareja a la final. Solo uno podía coronarse vencedor y finalmente la audiencia quiso entregar el maletín a la exuberante y polémica concursante.
Aunque prácticamente nadie (ni siquiera el círculo más cercano de la pareja creía en la durabilidad de esta relación), Laura y Marcelo se fueron a vivir juntos a un chalecito cerca de Málaga al poco tiempo de despedirse del 'Super' y de las paredes de Guadalix. Algo de lo que sus seguidores pudieron ser testigos gracias a las entregas de vlogs semanales que publicaban a través de Telecinco.es en su canal 'Novios y residentes en Malaguita', donde también se pudo ver cómo evolucionaba su relación cada semana.
A pesar de la intensidad de esta historia, su romance, no obstante, fue breve. Menos de un año después del fin de 'GH' Marcelo y Laura se dijeron adiós y continuaron con sus vidas por separado.. ¿Quieres saber qué fue de ellos desde entonces? Continúa leyendo y te contamos su vida actual diez años después de 'GH'...
Tras su fracaso amoroso, Laura probó suerte en Mujeres y Hombres y Viceversa, donde también hizo historia. Su trono fue uno de los más breves, pero más lo fue su relación con Toño, con quien prácticamente de forma literal duró dos telediarios. Después de esta breve intervención televisiva las veces que se la ha visto pisar un plató se pueden contar con los dedos de una mano.
Años después Laura encontró de nuevo el amor con Fran Perea (y no, no el cantante). Aunque esta historia tampoco acabó bien, fruto de ella nació lo mejor de su vida, su hija Triana, a quien quiere y adora y en quien se encuentra totalmente volcada desde que naciera hace casi cuatro años. Concretamente, ha sido una foto compartida el año pasado a través de sus historias de Instagram por la que hemos podido saber que se encontraba enamorada y feliz:
En lo que respecta al plano profesional, la madrileña ha transformado su vida completamente y, a través de redes sociales, actúa como asesora nutricional ayudando a perder peso a infinidad de personas. Precisamente en redes, Laura cuenta con un ejército de casi 80 mil 'followers', para quienes comparte contenido tanto profesional como personal casi a diario.
Físicamente, Laura está irreconocible. Su imagen dista mucho a la que lucía en 'Gran Hermano'. Aunque ya no luce su característico piercing en el labio su cuerpo sigue lleno de tatuajes y su pelo continúa siendo negro azabache; eso sí, ha cambiado un poco su manera de peinárselo. Después de quedarse embarazada, Laura ganó algo de peso, pero con 'su método' – que comparte con todas aquellas personas que lo necesiten – ha conseguido una figura envidiable. No obstante, su cambio más reseñable se encuentra en el rostro, donde se pueden apreciar algunos retoques evidentes, como en los labios.
'El Malaguita', reformado, centrado y enamorado
Marcelo, por su parte, mantiene un perfil mucho más bajo que el de su ex. Después de explotar su paso por el programa y de realizar durante años cientos de bolos a lo largo y ancho de la geografía española, el finalista cambió completamente el rumbo de su vida. Un giro que puede apreciarse perfectamente a través de redes sociales.
Tras su salida de la casa de 'Gran Hermano' y su posterior ruptura con Laura, Marcelo fue protagonista de diversos enfrentamientos públicos en la red. Uno de los más sonados fue el que tuvo con Arturo Requejo ('GH 11'), a quien propinó diferentes insultos y calumnias y a quien posteriormente, después de que su caso se llevase ante la justicia, tuvo que indemnizar con una multa de 5.000 euros.
Los años parecen haber sentado bien a Marcelo, en quien no solo se le puede apreciar una importante mejoría física, sino también un gran crecimiento personal. Sus publicaciones en redes sociales son mucho más serias y en ellas alterna contenido tanto personal como profesional.
En este tiempo parece que ha podido completar sus estudios en Historia del Arte, conocimientos que no duda en compartir publicando algunas de sus obras y esculturas favoritas, que acompaña junto con extensas e interesantes notas de carácter histórico que ayudan a comprender la imagen. Una faceta que sorprende gratamente a quienes siguieron su paso por el 'reality', que no dudan en alabar su gran cambio.
Probablemente parte de esta renovación sea 'culpa' de su pareja, Marta Jaisán, una joven arqueóloga con quien comparte aficiones y que le acompaña en prácticamente todos sus viajes. La joven es protagonista de buena parte de las imágenes de su feed y junto a ella parece haber encontrado la felicidad y formar un tándem perfecto.