La complicada biografía de Isa Pantoja: los momentos más duros de su vida
Desde su adopción pasando por su complicada adolescencia hasta el distanciamiento con Isabel Pantoja
Los episodios más traumáticos de la vida de Isa Pantoja, que hoy se sienta en 'De Viernes'
La hija de la tonadillera revela la verdadera razón por la que vive en El Puerto de Santa María
Isa Pantoja rompe su silencio esta noche en 'De Viernes' para plantear la dura situación familiar por la que está pasando. La verdad es que su presente es la guinda del pastel de una vida bastante complicada y llena de vicisitudes. Repasamos esos baches biográficos.
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Su nacimiento y adopción
La vida de Isa Pantoja resulta atípica desde el momento de su llegada al mundo. Nació el 8 de noviembre de 1995 en el seno de una familia humilde de Perú con el nombre Andrea Celeste. Sus padres, Roxana Luque y Juan Carlos Tintaya, no podían hacer frente a su manutención e inscribieron a la niña para que entrase en un proceso de adopción.
Finalmente el proceso, lleno de sombras e irregularidades, culminó cinco meses más tarde: el 12 de abril de 1996 le fue entregada a Isabel Pantoja cuando tenía solo 5 meses.
Una infancia con ausencias
Isa vivió sus primeros años junto a su madre y su madrina, María del Monte. Las dos cantantes eran amigas íntimas y pasaban mucho tiempo juntas y se desvivían por la pequeña. Sin embargo aquella relación se fracturó cuando Isa tenía 6 años y la figura de María del Monte, que la colmaba de atenciones, desapareció de la noche a la mañana.
Es en ese momento en el que entra en su vida Dulce, que se convirtió en una segunda madre. Los compromisos profesionales de Isabel Pantoja le impedían pasar 24 horas al día con la niña y fue la catalana la encargada de supervisar su educación y crecimiento. Eso sí, la tonadillera no era una madre ausente: en la memoria colectiva de todos está aquellos momentos en los que la subía al escenario de sus conciertos.
La convulsa época Malaya
En 2003, antes de cumplir ocho años, su madre comenzó su polémica relación con Julián Muñoz. Se marcharon a Marbella para instalarse en la mítica casa de ‘La Pera’. Fue una época convulsa que Isa recuerda con cierto cariño. "Recuerdo esos años en Marbella muy buenos. Creo que es la mejor época que he vivido yo, es verdad que yo era muy niña, tenía siete años y cuando me fui de allí tenía doce". Pero la verdad era muy distinta, en 2007 su madre fue detenida y comenzó el calvario judicial que culminó con su entrada en prisión.
Internado y desprecios por parte de su entorno
Las cosas cambiaron para Isa con la llegada de la pubertad. Su madre la mandó a un internado y aquello mortificó a la joven. "Jamás volvería a la adolescencia, me llevaron a un internado y cambiaron muchísimo mi vida, lo hicieron para tener un control sobre mí. Al cumplir 16 años decidí tener mi primer novio y eso para mi madre era inadmisible porque eso significaba hacer muchas cosas que mi madre no quería que hiciera", ha contado la joven.
Agustín Pantoja y su abuela, doña Ana, que nunca estuvieron de acuerdo con la adopción empezaron a despreciarla. Su hermano también puso su granito de arena con el cruel episodio de la manguera. Cuando el DJ se enteró que la joven tenía relaciones sexuales decidió humillarla “limpiándola” con agua fría de una manguera ante sus amigotes.
Su tortuoso embarazo, su separación y la prisión de su madre
Las cosas empeoraron cuando en 2014 Isa se quedó embarazada siendo menor de edad. La noticia sentó fatal tras los muros de Cantora y decidieron recluir a la adolescente. Solo tras dar a luz y con los 18 años cumplidos pudo abandonar el encierro para irse a vivir con el padre de la criatura, Alberto Isla, otro adolescente que ya era padre de otro bebé.
Aquella historia no salió bien y 'Chabelita' tuvo que afrontar la maternidad en solitario junto con otra terrible noticia: el ingreso en prisión de su madre en la cárcel de Alcalá de Guadaira.
Se convierte en personaje público y da el salto a la música
En este momento Isa Pantoja empezó a convertirse en personaje público, pero era continuamente ridiculizada por periodistas y medios de comunicación. Todo lo que rodeaba a su figura era objeto de burla. En el año 2019 Isa quiso reinventarse como cantante y lanzó un tema titulado “Ahora estoy mejor” bajo el nombre de Isa P y recuerda con amargura el hecho de que su madre no acudiese a su presentación en sociedad. Previamente, Pantoja había declinado acudir al bautizo de Albertito, el hijo de nuestra protagonista
Engañada por los hombres
En paralelo, la vida sentimental de Isa tampoco resultaba satisfactoria: tras Alberto Isla encadenó relaciones que acababan como el rosario de la aurora. Alejandro Albalá, Omar Montes, Fausto Cabrera (hermano de Techi) Tony Casetas… todo aquel que se le acercaba terminaba abandonándola y aireando sus intimidades en medios de comunicación. Todo cambiaría para mejor con la llegada de Asraf Beno, con el que empezó en 2019 y con el que se casó el pasado año.
Saltando la verja de Cantora
En el año 2020, preocupada por la depresión por la que pasaba, Isabel Pantoja la joven decidió visitarla. Se encontraba participando en 'La Casa Fuerte' y aún así decidió salir del concurso para conocer el estado de su madre. No solo no la recibieron, sino que le impidieron la entrada. Para llegar hasta allí tuvo que colarse a hurtadillas y saltar la verja de la propiedad para que finalmente su familia la echase de allí con cajas destempladas.
Su madre no fue a su boda con Asraf Beno
La boda de Isa Pantoja con Asraf fue uno de los enlaces más mediáticos del pasado año. Sin embargo, aquella fue una jornada agridulce para Isa. Al igual que había ocurrido con el bautizo de su hijo, su madre ignoró la cita y no se presentó a la boda, algo que no resultó sorprendente para nadie.
Su reciente ingreso hospitalario
El último momento amargo de la vida de Isa Pantoja tuvo lugar hace pocas semanas. La colaboradora de ‘Vamos a Ver’ sufrió un ataque de apendicitis y tuvo que ingresar en el hospital donde la sometieron a una intervención quirúrgica que tuvo complicaciones. Una vez más su madre decidió ignorarla y ni siquiera le llamó por teléfono para intersarse por ella.