El 2018 fue un año de lo más especial en cuanto a bodas se refiere, a finales de verano, se casaba Pelayo Díaz, estilista de 'Cámbiame', con su por aquel entonces novio Andy McDougall. El enlace se celebró en Madrid y aún hoy en día se recuerda como uno de los más mágicos de todos los tiempos llena de extravagancias y locuras, solo digno del estilista y el que ahora es su exmarido.
Un helicóptero, unos estilismos nupciales de lo más vanguardistas y solo dignos de los más atrevidos, una boda llena de detalles inspirados en cuentos de hadas y películas de Disney, como 'Alicia en el País de las Maravillas', que hicieron que disfrutaran todos los que acudieron al enlace que tuvo lugar en el Palacio de Fresneda en El Escorial.
Los novios hicieron gala de su buen gusto luciendo unos modernos y exclusivos trajes de Dolce & Gabbana, un look de lo más arriesgado que no dejó indiferente a nadie, pues ambos lucieron hasta coronas. La llegada al enlace quedará para los anales de la historia pues llegaron volando en helicóptero.
El 2018 fue uno de los años más especiales para Pelayo Díaz, pues además de estrenar nidito de amor, se casaba con Andy McDougall en una ceremonia y celebración que quedará para los anales de la historia. Poco antes de dar el paso más importante de sus vidas, el influencer aseguraba que iba a ser memorable. “Más de 200 invitados. Va a ser un bodorrio. Quiero que esté todo el mundo que ha estado en mi vida y con la que he coincidido en mi carrera. Van a estar sí o sí”, explicaba hace poco antes de casarse.
Las invitaciones de boda eran tan solo un preludio de lo que se avecinaba de cara al 22 de septiembre, fecha del enlace. La pareja escogía Madrid para darse en 'sí, quiero', el Palacio de Fresneda en El Escorial fue el lugar elegido al que los novios llegaron el helicóptero.
Ambos hicieron acto de presencia con unos trajes trendy, solo aptos para los amantes de la moda. Sus trajes de novio, firmados por Dolce & Gabbana, eran de los más arriesgados. Pelayo se decantó por un traje oscuro estampado con grandes flores y pajarita. Y una estética más sobria y clásica para Andy, quien vestía de negro con chaleco, pajarita y camisa. Ambos lucieron coronas, el estilista una de príncipe y Andy con hojas de espigas a lo Julio César.
La pareja dio el comienzo a la fiesta posterior al enlace bengala en mano y animando a los invitados.
Los novios no escatimaron en gastos, estaban esplendidos y los invitados guapísimos, algunos de los invitados apuntaron que parecía un desfile de moda. Gaiteros, inspiración en la película de 'Alicia en el País de las Maravillas', la suya fue una boda de cuento.
La pareja protagonizó varias coreografías de la temática de la boda y no dudaron en hacerse un tatuaje en el corner del tatuador, con la inicial del uno en el otro. La tarta nupcial cortada con hacha y los dulces no pasaron desapercibidos en un catering que pocos olvidaran.
"Más que una boda soñada ha sido una celebración del amor. No nos casamos por los papeles, me caso porque quiero celebrar con toda mi familia y con mis seres queridos que he encontrado al hombre de mi vida”, aseguraba Pelayo. No obstante, a pesar de que estaban hechos el uno para el otro la pareja daba por terminado su matrimonio unos años después.