Acogedora y clásica: así es la casa de Ion Aramendi y María Amores
El presentador de 'Factor X' se mudaba con su familia a Madrid en 2022 por cuestiones de trabajo
Ion Aramendi, María Amores y sus tres hijos viven en un piso de alquiler a las afueras de la capital con piscina comunitaria
Decorada en tonos nuestros cuentan con varias habitaciones, cocina, salón y terraza
El presentador de 'Factor X', Ion Aramendi junto a su mujer, María Amores y sus hijos dejaban su amada San Sebastián en 2022 para mudarse a la capital por cuestiones de trabajo de él. Por su trayectoria profesional han tenido que enfrentarse a cinco mudanzas y seis pisos diferentes durante sus más de 15 años de relación. En 2022 la familia se instalaba en un piso de alquiler a las afueras de Madrid, ¿habrá sido su mudanza definitiva?
El presentador de 'Reacción en cadena' se instalaba junto a los suyos en un piso de varias habitaciones pues son familia numerosa, un salón con salida directa a la terraza, una cocina completamente amueblada y una piscina comunitaria donde combatir las tardes de verano de la capital. Aunque se trata de un piso de alquiler, la familia ha puesto su granito de arena con la decoración de la casa.
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Tonos neutros, blancos arena destacan en todas las imágenes de comparte la pareja sobre su día a día en su casa que también destaca por su luminosidad. Alfombras de pelo, sillas clásicas, parqué, literas y mucho espacio donde vivir y disfrutar de la vida. ¡Así es la casa del presentador Ion Aramendi en Madrid!
Terraza y piscina comunitaria en las afueras
El presentador de Telecinco, Ion Aramendi, su mujer y sus hijos se instalaban en Madrid en 2022. La pareja se instalaba en un piso de alquiler a las afueras de Madrid. Una casa son unas vistas impresionantes desde todas de sus ventanas pudiendo disfrutar de inolvidables amaneceres.
La terraza es uno de los rincones favoritos de la familia, un espacio muy coqueto digna de revista de decoración. Un espacio que han decorado con mucho estilo, que junto a la naturaleza que la rodea la convierten en el lugar perfecto para desconectar del día a día.
Macetas con cactus, enredaderas, sillas de diseño, cojines étnicos y una pequeña mesa, completan la estampa de este rincón que también disfrutan con las visitas.
Una de las prioridades de la familia, que incluso llegó a convertirse en una obsesión, a la hora de mudarse a Madrid era contar con una piscina comunitaria, sin duda el lugar favorito de los tres hijos de la pareja, pues pueden refrescarse las calurosas tardes de verano en la capital.
Tonos neutros en el salón y dormitorios
La familia ha decorado la vivienda con un estilo marcado por los tonos neutros en todas las habitaciones. El salón muy amplio y luminoso destaca por los tonos arena y blancos y por estar dividido en dos. Es aquí donde la familia pasa gran parte de su tiempo libre, aprovechando el espacio con el que cuenta y donde la pequeña Marieta dio sus primeros pasos.
Los dormitorios también están decorados en tonos neutros aportando armonía y calidez a las estancias. Para los niños, la pareja se decantaba por unas literas en tono blanco dejando así espacio para que los pequeños jueguen y para su nuevo sillón de lectura.
La habitación principal, cuenta también con un vestidor donde la pareja se prepara para su día a día. La entrada de la casa es uno de los lugares favoritos de la familia para hacerse fotos justo antes de salir de casa en un espejo de cuerpo entero.
Cocina con comedor y despacho
La cocina suele ser uno de los sitios donde más tiempo se pasa de una casa y Ion Aramendi y su familia cuentan con un cocinón completamente equipado hasta el más mínimo detalle. Como no podía ser de otra manera, también en tonos blancos y arena.
Además. cuentan con una pequeña zona de comedor donde los niños, desayunan, comen y cenan en amor y compañía.
Y como a veces la familia puede ser una auténtica locura, Ion y María tienen un despacho donde también hay libros, revistas y hasta un altavoz. Es una de las estancias donde María aprovecha para trabajar y el lugar perfecto para relajarse y leer.
Si la situación lo requiere la estancia se puede llegar a convertir también en un cuarto de juegos para los más pequeños.