Alejado de los medios y padeciendo una enfermedad degenerativa: la vida de Julián Contreras padre
Hace años que el artista se mantiene alejado de los medios de comunicación
El que fuera marido de Carmina Ordóñez tiene una enfermedad degenerativa de la vista desde hace 9 años
Julián Contreras vive en Cuenca con su hijo, quien se ocupa de sus cuidados al 100%
Han pasado ya muchos años desde que perdimos la pista de Julián Contreras padre, el que fuera marido de Carmina Ordóñez y padre de Julián Contreras. Desde hace nueve años padece una enfermedad degenerativa de la vista lo que ha provocado que no pueda llevar una vida normal y que dependa al máximo de su hijo.
El que fuera marido de Carmina Ordóñez, vive en Cuenca, y está diagnosticado con glaucoma en ambos ojos lo que ha disminuido su calidad de vida y ha hecho que se esfume de los medios de comunicación y que dependa totalmente de su hijo.
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Además, la situación económica del que fuera artista tampoco está de lo más boyante y prefiere mantenerse al margen de los medios. ¡Así es la vida de Julián Contreras padre!
De Madrid a Cuenca
La situación económica y personal del que fuera marido de Carmina Ordóñez no está pasando por su mejor momento. Si a eso le sumamos que lleva más de 9 años con una enfermedad degenerativa de la vista, todo apunta a que el artista no está pasando por su mejor momento.
Padre e hijo viven desde hace unos meses en Tarancón, Cuenca, un pueblo que les ha recibido con los brazos abiertos y desde el que ambos, en la medida de lo posible se mantienen alejados de los medios de comunicación.
Los años siguen pasando y la situación de Julián no es buena. Tiene problemas de salud y la situación económica a la que se enfrenta es problemática.
Al cuidado de su hijo
Julián Contreras padre decidió alejarse de los medios hace tiempo y su hijo ha hablado sobre la enfermedad de su padre en contadas ocasiones. "Un día viendo la televisión me dijo que no veía, entonces me lo llevé a toda prisa a Urgencias y luego le pasó en el otro ojo", aseguró, hace años, en un medio de comunicación.
Hace algunos años fue intervenido, del glaucoma, una enfermedad que daña el. Nervio óptico, en el hospital Ramón y Cajal de Madrid. "Hace tiempo, le implantaron dos válvulas, pero el deterioro de su vista está siendo progresivo”. Desde entonces, su deterioro en la visión ha ido en aumento. "No puede ir solo por ahí, ni conducir. Tenemos que vivir juntos, ya no sólo por los problemas económicos, sino porque tiene muchas dificultades", admitió su propio hijo.
Los cuidados de Julián Contreras han recaído directamente sobre su hijo quien asegura: "Hemos hecho un matrimonio de padre e hijo y estamos viviendo una vida compartida, lo cual para mí es una suerte. Es mi padre, mi amigo, mi compañero", dijo en una entrevista a la revista Pronto