Chari Lojo, de 'GH' a funcionaria de prisiones: "Me he tenido que ganar el respeto de violadores y narcos"
La gaditana nos ha contado en exclusiva que está soltera y cuál ha sido la experiencia más dura que ha vivido en prisión
Hablamos con Chari Lojo sobre su vida actual dentro de una cárcel y alejada del foco mediático
La que fuera concursante de 'Gran Hermano': "Me gustaría ascender en mi trabajo, ser subdirectora de la prisión y ojalá llegar a ser directora"
"Vengo estudiando en el tren", me dice mientras le recojo la maleta y sale del taxi que la ha traído desde la estación de Atocha al estudio en el que trabajaremos con ella durante toda la mañana. La jornada ha empezado muy temprano para Chari Lojo. Sobre las cinco de la mañana se ha levantado en su Cádiz natal para venir hasta Madrid y charlar con nosotros sobre cómo es su día a día alejada del foco mediático.
La rubia que nos tuvo pegados frente a la pantalla del televisor en 'Gran Hermano', 'Gran Hermano VIP' y 'El Reencuentro' es una mujer disciplinada, trabajadora y que ha dicho adiós al dinero fácil de la tele para dar la bienvenida a su nueva vida dentro de una cárcel. No, no cumple condena, aunque la de la fama la ha vivido en sus propias carnes cuando al entrar por primera vez a trabajar en un módulo los internos gritaron su nombre. La "Chari de 'GH", "Chari, Interviú" o "Rubia" del principio se ha ganado el respeto de violadores y narcos, y ahora me cuenta con orgullo que lo ha conseguido "pero a base de imponerme mucho". Con ella he podido reflexionar sobre cómo ha vivido una exconcursante de 'Gran Hermano' las entrañas más duras de una prisión siendo muy conocida y qué pensó cuando pasó del anonimato a ser a la gaditana más popular del momento. De fama, de amores, de tele y de si una funcionaria de prisiones llega a fin de mes hemos hablado los dos... ¿Comenzamos?
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¿Sientes que desde el primer ‘Gran Hermano’ hasta ahora ya no eres la misma persona?
Hombre, ‘Gran Hermano’ me cambió mucho. Me ayudó a vivir una experiencia importante tanto de cara a conocer a las personas como el propio aprendizaje. No es lo mismo ver en la tele tus fallos, que todo se hace más grande. Sí, he evolucionado para bien, totalmente. También, con respecto a la gente, he aprendido a ser más desconfiada, más cautelosa, porque cuando sales de ‘GH’ tienes muchas amistades, pero luego cuando va pasando el tiempo te vas dando cuenta de quiénes son los verdaderos amigos.
¿Hiciste muchos amigos en la tele?
En la televisión diría que ninguno. Tengo contacto con gente de mi edición, pero de lo que es ‘GH VIP’, nadie. Amistad propiamente dicha no, porque estamos todos muy bien cuando estamos juntos (el boom de la tele, para salir de fiesta…), pero nunca me relacioné demasiado con la gente de la televisión. No me gusta y no creo que sean sinceros, todo se mueve por interés y a mi eso no me vale.
¿Para ti la tele era una cárcel o el paraíso?
Al principio era el paraíso, tenía muchísimas ganas. Yo tenía una vida muy estable, pero tenía ganas de ello. Si es verdad que lo veía como un paraíso y una experiencia inolvidable, que lo ha sido, pero luego se va convirtiendo en un círculo donde si quieres mantenerte tienes que hacer cosas que, bajo mi punto de vista, no estaban bien.
A mí me gustaba ir a un reality, me encantaba y me lo pasaba muy bien, pero luego llegaban las entrevistas, los platós, que si tenías que criticar a personas… Yo no me sentía bien, la verdad. Entonces se volvió algo forzado que aproveché para ganar dinero, pero no era algo que a mí me gustaba.
¿Cuántos años puede durar en el negocio de la tele el famoso que sale de ‘Gran Hermano’?
Es depende del tirón que tengas. En mi caso estuve diez años viviendo de la tele porque también entré en tres realities y por ser muy polémica. Depende de cómo se te vea de cara a la sociedad. Creo que ‘Gran Hermano’ tampoco te da para vivir muchos años de la televisión a menos que seas alguien muy fuerte como por ejemplo Kiko Hernández o Marta López. ¿Tres años? ¿Dos? Conozco personas que han salido de ‘Gran Hermano’ y han vuelto a su vida normal a los meses de salir.
¿Tú te resignas al olvido?
(Se ríe) La verdad es que no me importa. Hay una parte de mí a la que le de pena cuando se acuerda de todos los seguidores que tenía y cómo estaba la gente conmigo, pero también era agobiante porque yo no podía salir de la casa, tenía a los fans esperando justo debajo de la puerta. Yo estaba haciendo deporte en el gimnasio y la gente me llamaba para que me hiciera fotos. Me han abierto hasta la puerta del coche. Yo no era consciente de la repercusión que tenía y ahora lo miro atrás con añoranza, pero con mi vida actual no me gustaría tener ahora la misma repercusión porque no es lo que me conviene.
Entonces… una mujer como tú puede vivir sin el foco, ¿no?
Sí, totalmente, aunque a mí me gusta, lo echo de menos. La época esa fue muy bonita y lo pasé muy bien. Yo creo que siempre todos tenemos una esperanza o ilusión de volver a aparecer. Es cierto que si me propusieran algo interesante ahí estaría, pero puedo vivir sin ello.
¿Y has podido pasar al anonimato?
No, todavía no. Podría decir que me costó mucho porque yo soy funcionaria de prisión actualmente y la primera vez que entré en un módulo fue fuerte. Los internos me reconocieron y empezaron a gritar mi nombre y eso estaba prohibido. Fue bastante impactante y me he tenido que ganar el respeto de violadores, narcos y delincuentes durante este tiempo que he estado trabajando porque al principio ellos no asimilaban. Ellos ven la televisión allí y por la noche a lo mejor salía yo porque salía ‘Gran Hermano VIP’ y al día siguiente cuando me veían se ponían muy alterados.
La primera vez que entré en un módulo de prisión los internos empezaron a gritar mi nombre
De momento me mantengo en que por donde voy, todo el mundo habla de mí. Si voy a una prisión nueva ya todo el mundo sabe que estoy allí. Todo el mundo habla con antelación, siempre tienen muchos prejuicios sobre mí, aunque luego cuando me conocen cambian la opinión.
¿Con el tiempo has conseguido ser ‘Chari’ en la cárcel y no ‘la de Gran Hermano’?
Por supuesto. De hecho, me llaman ‘Señorita Rosario’, que así es como empecé a decirles que me llamaran para ganarme el respeto. Aunque en realidad siempre me han respetado porque sí es cierto que, dentro de la prisión, lo que es la institución, nuestro escudo se respeta mucho. Ellos saben que nos tienen que tratar diferente, aunque acostumbrados a verme en la tele es más difícil. Además, yo soy encargada de un módulo de hombres. Entonces sí, lo he conseguido, pero a base de imponerme mucho.
¿Qué es lo más duro que te han dicho allí?
Fue un comentario bastante fuerte. El chico terminó en aislamiento y tuvo sus consecuencias. Pero cosas como: “quiero hacerte…” y más que no se pueden ni decir. A parte de eso me han dicho: “Chari, Interview”, “Rubia”, “Estás buena” … Cosas así, pero nunca de cara a cara.
¿Hay algo que te haya pasado que crees que no te merecías como profesional, como funcionaria?
No como penitenciaria, pero sí en el momento en el que me presenté a otras oposiciones, porque yo llevaba tres oposiciones a la vez, me gusta mucho la Guardia Civil y la Policía Nacional. Me echó el psicólogo por el tema de ‘Gran Hermano’ y aunque no me dijo que era por eso, me dijo que era inmadura y que no me adecuaba a las normas morales.
Me he tenido que ganar el respeto durante este tiempo porque los presos no asimilaban mi presencia
Lógicamente yo estaba preparada con creces para haber sido Policía Nacional o Guardia Civil. Sin embargo, prisiones, que era mucho más complicado y difícil, conseguí aprobarla con un temario mucho más complicado, pero esa no tenía psicólogo, no tenía filtro. Me parece injusto. En las pruebas de la Nacional también llamaron en mi contra para reclamar y también me echaron para atrás cuando había aprobado. De cara a la sociedad ellos consideraban que no era correcto que yo formara parte de ese cuerpo.
¿Tú has comprobado si es igual de valiosa la libertad para un narco que para un violador?
Es complicado, yo creo que no se lo toman de la misma manera. El tema del narcotráfico, sobre todo en Gibraltar que es la zona donde yo estoy, lo ven como algo normal, entonces ellos entran y salen. Saben que entran, pagan una fianza y salen. No le tienen miedo a perder la libertad, es un perfil muy diferente a lo que te puede encontrar dentro. De hecho, por eso hay separaciones interiores en la prisión. Los violadores están por un lado, los asesinos también y los de narcotráfico tienen un módulo. Yo creo que los narcos no tienen miedo, de hecho, muchos alardean.
¿Y llega un funcionario de prisiones a final de mes?
(Entre risas) Sí, por supuesto, ¿Hablamos de lo económico o si sobrevivimos?
Ambas…
Sí, claro, aunque no está pagado para el trabajo que realizamos. Yo soy la encargada de un módulo y estoy normalmente con cien hombres sola. El peligro está siempre, yo tengo internos de peligrosidad extrema que han pasado a ser primer grado y ahora están en mi módulo reinsertándose. El peligro existe y en su momento éramos los mejores pagados del Ministerio del Interior, pero actualmente estamos por debajo de la media. Lo que yo he ganado en televisión no es ni por asomo el sueldo que tengo ahora, pero me compensa.
Soy la encargada de un módulo y estoy con cien hombres sola. El peligro siempre está
¿Volverías a la televisión por dinero o por diversión?
Por ambas cosas. Sobre todo, porque me divierte mucho, a mí los realities y la experiencia que se vive en ellos me llaman mucho la atención. Obviamente el dinero es importante, si comparo lo que gano de funcionaria con lo que gané en la tele, no tiene nada que ver.
¿Cuál es el momento más divertido que viviste en la casa de Guadalix?
Yo me lo pasé muy bien, sobre todo en el VIP porque entré con una filosofía muy diferente. Me divertía mucho chinchar a Belén Esteban porque sabía que le daba coraje que yo bailara y casi todas las pruebas eran de baile. Ella decía: “Esto es ‘Gran Hermano’ no es ‘Fama’”. Me divertía eso porque entré con otra actitud, ya sabía lo que había. La primera vez que entré era un mundo desconocido y todo me afectaba más. En el VIP me lo pasé tan bien que yo no me quería ir, me daba mucha pena.
¿De Belén Esteban no guardas buen recuerdo?
No mucho, la verdad. Como compañera para mí es una persona egoísta porque siempre ha tenido todos los beneficios para ella. No es una compañera solidaria. Tenía detalles y se preocupaba por ti a veces, pero ella mira por sí misma.
¿Los espectadores de ‘Gran Hermano’ conocimos a la verdadera Belén?
Yo creo que ahí la gente se dio cuenta de cómo era Belén, porque cuando ganó, que era obvio que iba a ganar, yo creo que la gente cambió mucho el concepto. De hecho, cuando estábamos en las galas la gente la abucheaba, hablaban mal de ella, pero al final es un personaje muy fuerte que siempre va a estar ahí. Yo creo que sí, se conoció su versión un poco más.
Lo que yo he ganado en televisión no es ni por asomo el sueldo que tengo ahora, pero me compensa
¿Cuál es el peor momento que has vivido en un reality?
Cuando me expulsaron de ‘Gran Hermano’ la primera vez el público entero me abucheó al salir. Yo no sabía como reaccionar. Podía intuir que había sido protagonista, pero como no había pasado nada no lo entendía. Recuerdo a mi madre, que había perdido doce kilos de lo que había pasado, con la cara descompuesta diciéndome: “Tranquila, tranquila”. La gente me decía: “Mala”, “Falsa” … Entré en un estado de shock.
¿Y qué fue lo primero que pensante al terminar la entrevista en plató?
Recuerdo que le dije al psicólogo que yo me quería marchar de España, pero luego fui fuerte y decidí amortizarlo y ganar todo el dinero que pudiera. Ese momento de salir fue como decirme a mí misma: “¿por qué he entrado aquí con lo feliz que yo era?”. Luego me duró poco, pensé que quien me conocía iba a estar a mi lado y sabían cómo era yo.
¿Hubo algún compañero en ‘Gran Hermano VIP’ del que te cambiara totalmente la visión al conocerlo dentro?
Con Ares me pasó y me pasó doble. Yo tenía el concepto de ella de que era más mala y luego entré y fue una de mis aliadas. Sin embargo, al salir me di cuenta de que sí era un poco falsa. Es lo que decía antes, al final es todo conveniencia, show y espectáculo. Yo creo que soy sincera, me dejo llevar por mis sentimientos siempre. A mí me decían mucho que era carne de reality porque lo que siento lo digo y al final tienes sus pros y sus contras. Con Ares me pasó que creí que era mi amiga y luego me di cuenta de que no.
Actualmente estoy soltera. He estado algo más de tres años con Agustín
Para convivir, ¿mejor los anónimos o los famosos?
Los anónimos mil veces. Los famosos están pendientes de las cámaras, en cuanto se encienden los focos ya están todos en el sofá esperando el momento, era un aburrimiento. Luego todo el mundo a las doce a la cama. Los famosos van por dinero, los anónimos van por la experiencia. También para hacerse famosos, sí, pero van a vivir la experiencia. De hecho, yo pienso que tiene mucho más tirón un ‘Gran Hermano’ de anónimos. Yo me lo pasé mejor en el VIP porque sabía ya lo que había y porque entré soltera, era diferente. Pero en lo que es disfrutar de la experiencia ganan los anónimos.
Una vez que terminaste los tres realities, ¿hubo algún contrato en tu punto más álgido de tu popularidad que jamás te hubieras imaginado antes de entrar en los realities?
(Se ríe) La verdad que desde el primer momento en el que salí me sorprendía porque las cantidades eran desorbitadas. Yo recuerdo que en ‘Enemigos Íntimos’ a lo mejor me ofrecían cuarenta mil euros por estar diez minutos. Mi representante me dijo que me pagaban poco todavía, cuando le pregunté me dijo que eran veinte mil euros y que tenía que seguir negociando. Yo venía de otro tipo de empleos entonces para mí eran cantidades desorbitadas. Era así todo: un Deluxe, el Interview… La verdad que no me lo habría imaginado jamás. En ‘Gran Hermano’ de anónimos no se cobra tanto, pero en el VIP sí. Que te ofrezcan esas cantidades que rondan entre los diez mil o veinte mil euros a la semana es algo que jamás me esperé. Por eso lo pienso y me doy cuenta de que me hice muy famosa. Pude vivir mucho tiempo de ello.
¿Te hiciste rica?
Cuanto más ganas, más gastas. A mí me encanta viajar y además he ayudado mucho a mi familia, a la que adoro. Mis padres trabajan mucho para ganarse el dinero y yo he ayudado mucho en mi casa. Compré mi casa, mi coche, viajé donde quería y compraba lo que quería. Tenía muy buena vida. A lo mejor si hubiese invertido ese dinero me habría generado mucho más, pero estoy contenta porque he disfrutado mucho la vida.
¿Renunciarías al amor por dinero?
No, ni he renunciado. De hecho, a mí me ofrecieron realities como ‘Amor a prueba’ en Chile o el trono de ‘MyHyV’ tres veces. Dije que no porque tenía novio y para mí priman más los sentimientos. A veces me arrepiento porque creo que para eso soy muy de corazón. Si tengo una relación doy el 200%. El dinero no me va a hacer feliz si no estoy bien sentimentalmente.
Has dicho ‘tenías’ novio, ¿cómo está tu corazón este año?
Actualmente estoy soltera. He estado algo más de tres años con Agustín. Yo creo que no hay hombre que me aguante (se ríe). Tengo muchas cualidades, pero soy muy desconfiada y las redes sociales tampoco ayudan. Al final teníamos diferencias de opiniones. Agustín es un chico espectacular, lo sigo queriendo muchísimo y no descarto que en un futuro la cosa se pudiera retomar, pero necesitaba un parón, necesitaba estar sola. Yo creo que nos va a venir muy bien a los dos. Él es muy bueno, pero también tiene una mentalidad un poco más antigua y a lo mejor ahora no es lo que necesitaba. Me veo soltera para toda la vida, creo …. (se ríe).
Pero hace nada te veías casándote con él... ¿Qué pasó?
Totalmente. Y teniendo niños. Es que no ha pasado nada grave, no ha sido una infidelidad ni te podría decir que ha pasado algo fuerte. Yo soy muy temperamental, eso es cierto. En un arrebato de esos en el que discutíamos por temas de redes sociales y de “dar me gusta, seguir a unos o a otros…”… Tonterías que al final no llevan a nada, decidí llevármelo todo de la casa donde vivíamos juntos, en principio para que reaccionara, pero al final la cosa se alargó y se hizo mas grande y decidí estar sola.
Me gustaría ascender en mi trabajo, ser subdirectora de la prisión y ojalá llegar a ser directora
¿Cómo te ves dentro de cinco años?
Pues no lo sé. Creo que soy una persona de pareja, no descarto que pudiésemos volver en un tiempo porque lo quiero mucho, pero me doy cuenta de que no necesito a nadie en mi vida y que soy feliz también sola. Me gustaría ascender en mi trabajo, ser subdirectora de la prisión y ojalá llegar a ser directora. Es en lo que quiero centrarme.
Al principio quería casarme y tener hijos porque es lo que la sociedad te pide, pero me he dado cuenta de que no me gustan los niños y de que soy más feliz cuidándome, preocupándome por mí, viajando, conociendo mundo y sobre todo obteniendo mis ambiciones propias… Aprobar, que el año pasado me quedé a las puertas de El Cuerpo Especial, y llegar a ser un cargo importante dentro de la prisión me llamaría mucho la atención.
Fotografía: Adasat Barroso
Maquillaje y peluquería: Mateo Pérez
Grabación: 4enRaya Producciones
Redacción, Edición y Montaje: Megamedia/Pablo González
Estilismo: Antonio Rusillo