¿Hablar de política o religión en una primera cita es un error? La voz de ‘First Dates’ responde

  • Richard Pena ha vivido más de 6000 citas como la voz de 'First dates' y es todo un experto en parejas y qué hace que funcionen

  • Ideología y fe, ¿son temas que deberíamos evitar a toda costa en una primera cita o mejor hablarlos cuanto antes?

Es sabiduría popular eso de que no conviene hablar de política ni de religión con desconocidos. Pero… ¿y si esa persona desconocida es alguien que quieres conocer en profundidad? ¿Son temas que deberíamos evitar a toda costa en una primera cita o mejor hablarlos cuanto antes mejor para saber si hay compatibilidad y futuro?

Cuando nos surge una duda así de intensa sobre las complejas dinámicas sociales para encontrar el amor invocamos a la persona que en este país ha observado (y narrado) más primeras citas: Richard Pena, la voz de ‘First Dates’.

Richard ya nos explicó si realmente es buena idea tener sexo en la primera cita:

Si hablar de los ex en ese primer encuentro es o no una pifia:

Y nos dio una lista que todos deberíamos grabarnos a fuego de red flags y green flags cuando estamos conociendo a alguien que nos gusta.

Así que ahora necesitábamos urgentemente que zanjase el debate de si debemos hablar o callar sobre política y religión en una first date: “A ver, es que hay mucha gente cuya vida gira en torno a la política o la religión. En mi caso, como no lo es, me da igual hablarlo que no hablarlo, pero hay mucha gente que es o muy política (ya no que se dedique a ello, sino que tiene una cabeza muy política) o que es tremendamente religiosa. Para esas personas eso es casi un tatuaje en la frente, entonces… ¿Por qué no?”.

Para Richard no hay temas prohibidos, pero sí hay que saber escoger esto temas peliagudos según la importancia que tienen en nuestra vida y cotidianeidad y, sobre todo, capearlos con educación: “Se puede hablar de todo en una primera cita, siempre y cuando se hable bien y se sepan elegir las palabras”, nos dijo.

Y nos puso ejemplos en los que tratar estos temas sería no solo comprensible sino deseable: “Oye, para mí es muy importante ir cada domingo a la iglesia, pues a lo mejor sí que debería saberlo la otra persona. porque es tu rutina de los domingos, por ejemplo. O, por ejemplo: “Para mí es muy importante que mi cita sea de izquierdas, o de derechas, o de centro. De este partido político, o de este otro… Porque yo milito, o porque yo hablo mucho de este tema… a lo mejor deberías saberlo y entonces a partir de ahí que esa persona elija”.

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