Beatriz Archidona, ojito derecho de Ana Rosa en su programa, siempre quiso ser periodista. Desde enana ella y sus hermanas jugaban a hacer un programas de la tele, “Jugábamos en la terraza de mi casa a hacer programas de televisión, sobre todo en verano, nos cambiábamos con ropa que tenía mi madre… yo creo que viene un poco de ahí”, cuenta sonriente. “Luego con el ordenador hacía como un programa de radio musical… era la época de las Spice Girls, ponía el disco... estaba horas hablando, luego nunca lo escuchaba”.
Aunque finalmente solo Bea acabó decantándose por la comunicación, “Sobre todo era como un juego. De hecho las macetas de mi abuela eran como el público. Creo que eso marcó poco a poco lo que después fue mi trayectoria”, explica.
Nos cuenta también que sus hijos son todavía demasiado pequeños para jugar juntos a algo así, pero el mayor ya dice que quiere ser periodista como su mamá. “Me ve en la tele y piensa que yo también le estoy viendo a él”, nos explica. Pero Archidona preferiría que sus hijos se dedicasen a otra profesión. “Ya le sacaré la idea de la cabeza'', comenta.
Aunque para ella el periodismo es la profesión más bonita del mundo preferiría ahorrarle a los suyos el sacrificio que conlleva. Muchas horas, no siempre bien reconocidas ni bien pagadas, y la imposibilidad de desconectar jamás del trabajo, “Del periodismo no se desconecta nunca, ni en vacaciones, ni el fin de semana, ni durmiendo”.