Isabel es una de las caras inconfundibles de Mediaset, pero en el tú a tú no tarda en aclararnos que su verdadera yo no es la que vemos en cámara, tanto por vivir fuera de focos los aspectos más relevantes de su vida, como por ser muy cautelosa a la hora de mostrar su intimidad y vulnerabilidades.
“No considero que tenga enemigos”, nos dice muy segura Isabel Rábago. “Y quien se considere enemigo mío tiene un problema: no tiene mi atención ni mi tiempo”.
“Soy mucho más fácil de la imagen que proyecto. Relativizo todo… Y lo que pueden ser batallas televisivas las dejo ahí, forman parte de mi trabajo. Es que yo tengo una vida muy aparte de la tele”, recalca. “Que es lo que me permite, quizás, tener los pies en el suelo”.
La colaboradora de ‘Ya es mediodía’ es más que consciente de que su figura puede ser polarizante y de que proyecta una imagen mucho más dura de lo que realmente ella es en la intimidad. “Creo que hay una imagen de mí de que soy muy vehemente, soy cortante, soy fría, soy muy inquisitiva, que impongo, que intento imponer siempre lo que pienso… en eso sí que tienen razón. Nuestro medio no es fácil”.
Según nos cuenta, detrás de la fachada hay una persona muy distinta, “Soy tremendamente tímida y tremendamente sensible, entonces lo que hago siempre es protegerme para no darte ni una mínima pista de donde me puedes dañar”. Pero no considera que sea algo exclusivamente suyo, más bien propio del gremio, “Es algo que yo creo que hacemos por defecto todos los que trabajamos en la tele, quién más y quién menos”.
Dale a play para descubrir un poco más de la Isabel Rábago que no sale en la tele.