¿Por qué todos (¡TODOS !) los medios españoles quieren enseñar a Andreíta?
La revista Lecturas retrasaba un día su salida semanal a los quioscos "por un motivo histórico", que no era otro que desvelar en portada la cara de Andrea Janeiro.
Efectivamente, el 18 cumpleaños de Andrea Janeiro es historia de nuestra prensa rosa, como pasó con otros hijos de la tele. Aunque su madre no quiera. Inevitablemente, si Belén Esteban es la princesa del pueblo (por demodé que suene ya el apodo), su hija es nuestra infanta. Es más, debido al carisma de su madre y a lo que nos ha ido contando de la niña todos estos años, Andreíta es un poco nuestra prima, nuestra hija, nuestra hermana pequeña. Y no hay duda: Andrea interesa. MUCHO.
Lo que quizá no era tan obvio era que el acontecimiento fuese más allá de los medios de comunicación especializados en corazón o televisión, y sin embargo no hubo cabecera que no retratase a Andreíta para sus lectores. Levantado el veto, todos hicieron caja con la cara de la recién estrenada adulta del momento. No faltó nadie: La Vanguardia, El País, El Mundo, ABC, El Español, La Razón... TODOS. La hija de Belén Esteban compartió espacio con el suicidio de Miguel Blesa y la prisión provisional sin fianza de Ángel María Villar y su hijo. Es normal, sí, pero también es impactante, y digno de análisis.
Su madre pedía respeto en 'Sálvame' para que la que hasta el día antes era una niña pudiese seguir cogiendo el autobús como una persona anónima y de nada sirvió. Mientras en 'Sálvame' se debatía sobre el derecho a la privacidad de los hijos de personajes públicos, los mismos que criticaban que Belén Esteban utilizase a su hija con fines lucrativos (y que le costó un problema con el entonces Defensor del Menor, Arturo Canalda), disfrutaban viendo sus fotogalerías de Andreíta en 'lo más visto' y con sus noticias bien posicionadas en Google.
En la imagen, las publicaciones destacadas que aparecían cuando en el día de su cumpleaños preguntabas por 'Andrea Janeiro' al buscador.
Todas las cabeceras de medios españoles que se hicieron eco de la mayoría de edad de Andrea Janeiro, aquí