Pilar Rubio revela cuál es su carrera frustrada y los estudios universitarios que comenzó
Pilar Rubio tiene que renunciar a muchas cosas para poder compaginar su trabajo con su vida personal y familiar
La mujer de Sergio Ramos fue a la universidad, aunque no terminó sus estudios
Pilar Rubio se ha convertido en una de las mujeres más exitosas del panorama nacional. La modelo, actriz y presentadora es una mujer todoterreno capaz de compaginar su carrera profesional con su vida personal y familiar al lado de Sergio Ramos y sus cuatro hijos en común. La madrileña es consciente de lo privilegiada que es, aunque para llegar a lo más alto ha tenido que trabajar muy duro. Ahora es una comunicadora de éxito, aunque su vida podría haber sido muy diferente si se hubiese formado en su carrera frustrada o terminado los estudios universitarios que comenzó.
Rubio nació y creció en el seno de una familia humilde. De niña sacaba muy buenas notas, algo por lo que sus padres jamás le pidieron resultados. Con el dinero que le daban, empezó a sacarse cursos de inglés, mecanografía o informática avanzada. Los números eran su gran pasión y debilidad; de hecho, como ya ha contado en más de una ocasión, soñó con ser matemática. Debido a la "poca salida" laboral, su padre le recomendó matricularse en otra carrera.
MÁS
Pilar Rubio y Sergio Ramos: así es la mansión de La Moraleja que venden por 6 millones de euros
El antes y después de Pilar Rubio y Sergio Ramos: el gran cambio físico que ha dado la pareja
La vida actual de Molly, el vocalista de heavy metal y gran amor de Pilar Rubio antes de conocer a Sergio Ramos
Fue así como Pilar Rubio acabó estudiando Ciencias Económicas en la universidad. Una carrera para la que la mujer del futbolista del Sevilla se preparaba pero que no llegó a terminar.
Entre clase y clase, Pilar aprovechaba su tiempo libre para presentarse a todo tipo de castings. "Me pasé los primeros años de la universidad de aquí para allá, me cambiaba corriendo sin que me viera nadie porque me daba vergüenza, salía a hacer el casting y volvía a las clases. Así un día tras otro. Era realmente agotador y toda una aventura. La gente cree que vienen a ofrecerte trabajo a tu casa, y no. Tienes que salir, luchar, patear la calle, ir a un casting, a otro casting, rodar cortos, publicidad, hacer muchas cosas... y eso al final te va dando tablas", cuenta en una reciente entrevista para la revista Harpers Bazaar.
Rubio se "veía terminando la carrera" y trabajando "en una oficina de ocho a tres". Pero ella prefiere "vivir en este pequeño caos controlado que tengo", a pesar de todo lo que ello implica. "Renuncio a mucho tiempo en familia, porque me paso horas preparando cosas, estudiando y rodando fuera de casa. He tenido que renunciar a dormir muchas veces en casa porque no vivo en Madrid y mi trabajo está en Madrid", confiesa mientras asegura que, de momento, es capaz de "gestionarlo bien".
Es necesario como mujer seguir trabajando. Ni la maternidad ni tu pareja te obligan a hacer algo, yo necesito expresarme trabajando
La reportera necesita continuar "trabajando". Después de "28 años luchando" por su sueño, no cree que deba ser el momento de dejarlo y continuará "compaginando" hasta que se sienta "realmente convencida de que ya estoy cansada. Tener esa independencia económica y laboral es crucial para Pilar Rubio, que cree que "ni la maternidad ni tu pareja te obliga" son cosas que obliguen a una mujer a renunciar a su carrera.
"Me gustaría poder dormir todos los días en mi casa con mi familia. Pero también creo que es necesario como mujer seguir trabajando", explica mientras habla de todas esas "renuncias" y "sacrificios" que debe hacer para conseguirlo: "No puedo ser mamá 24 horas sin salir de casa. No puedo estar en dos sitios a la vez".
A pesar de todos los rumores que han circulado sobre la supuesta crisis de su matrimonio, la modelo asegura encontrarse en el momento "más bonito en que me puedo encontrar, un momento tranquilo, un momento de paz". Una vez más, niega que haya habido cualquier tipo de bache en su matrimonio y prefiere hacer caso omiso a todos aquellos que "se empeñan en que estamos mal aunque insistamos en que estamos bien".