Debido a una serie de complicaciones, la prometida de Kiko Matamoros se ha operado hasta en cuatro ocasiones el pecho. Una realidad de la que Marta López Álamo no ha dudado en hablar abiertamente con sus seguidoras, a quienes no ha dudado en explicar el motivo de su último paso por quirófano.
Su camino hasta obtener la forma y tamaño deseado ha sido largo y tedioso. Pero la influencer no desistía y decidió arreglar los desastres estéticos que tuvo que sufrir, en parte, por su propia negligencia.
La primera vez que Marta se sometió a una operación de aumento de pecho lo hizo poniéndose prótesis anatómicas de 320 cc por debajo del músculo, sin embargo, no le gustó nada el resultado.
Así, aprovechando su entrada a quirófano para realizarse una rinoplastia, Marta se cambió las prótesis por unas redondas de 400 cc. Esta operación fue un error del que ella no ha dudado en hablar, ya que acabó desarrollando una sinmastia, por la que tuvo que “volver a meterme en el quirófano para separarme el pecho”.
Además, por este ‘desastre’ estético, recibió muchísimas críticas: “Se me juntaba el escote y me insultaban por ello”.
A ello se suma su deseo de volver a entrenar antes de tiempo. “Esa es una de las razones por las que yo me tuve que operar otra vez. Se me saltaron los puntos o no sé lo que pasó. En mi caso me dolía tan poco que me puse a entrenar a la semana. Al sudar y al aumentar el pulso bombeas mucha más sangre y no cicatriza bien”, explica mientras habla de algo que ya no volvió a suceder. “Haced caso a lo que os diga el cirujano, la última vez me dijeron tres meses, pero yo esperé seis para entrenar decentemente”.
No obstante, este ‘desastre’, que no achaca al cirujano que la operó por segunda vez, no fue el verdadero motivo de su cuarto paso por quirófano. “No fue por su culpa, sino porque se me cerró el bolsillo lateral y me puse demasiado para mi caja torácica. De hecho, fue el mismo (cirujano). Simplemente me abrió el bolsillo y me las cambió por unas prótesis más pequeñas y anatómicas en lugar de redondas”, cuenta a través de sus redes sociales.
A esto se suma una notoria pérdida de peso y un cambio de imagen con el que no se gustaba. Así, tras “adelgazar por inercia e ir acelerando mi metabolismo”, Marta López Álamo dejó de verse bien “con tanto pecho estando delgada”. Por ello, el año pasado, Marta decidió entrar de nuevo en quirófano (por cuarta y esperemos última vez) para cambiar sus prótesis redondas de 400 centímetros cúbicos por otras “anatómicas, de 315 cc y por encima del músculo”.
Estas son las que lleva actualmente y, de momento, parece estar más que conforme con el resultado. De cara a cualquier operación de este tipo siempre se valoran muchos factores, no obstante, tal y como la propia Marta recuerda, más allá de las preferencias de la paciente, el cirujano debe valorar y tener en cuenta otros muchos aspectos, como, por ejemplo, la “complexión, capacidad torácica o masa muscular” de cada paciente.