Elena Rodríguez, madre de Adara Molinero, se retoca la cara y enseña el resultado "sin maquillaje ni filtros"

A Elena Rodríguez le gusta dedicarse ratos de su tiempo libre para mimarse a sí misma. Aficionada del deporte y enganchada a pasar muchos ratos con su hija y con su nieto, ahora la que fuera concursante de 'Supervivientes' ha visitado una clínica de estética para regalarse un homenaje en forma de nuevos retoques estéticos en el rostro. La madre de Adara Molinero ha quedado tan feliz que no ha dudado en enseñar el resultado sin maquillaje ni filtros.

Ir a la clínica de estética a infiltrarse ácido hialurónico es una práctica que la exconcursante de 'Supervivientes' hace cada seis meses. Así, la madre de la que fuera ganadora de 'Gran Hermano VIP' se asegura de ir frenando los signos de la edad, rellenando su rostro, eliminando las arrugas, y consiguiendo una piel luminosa y tersa.

Según ha explicado, su objetivo en esta ocasión era eliminar las arrugas de expresión de la frente y levantar la zona del pómulo para suavizar el surco nasegeniano que "va saliendo por la edad". A sus 49 años, y más rejuvenecida que nunca, la que fuera defensora de Adara durante su paso por 'GH VIP' ha explicado cuál es para ella la clave de sus retoques estéticos, muy sutiles y casi imperceptibles a simple vista.

"Siempre que os pinchéis, pincharos en un sitio que sea de confianza y que estén muy acostumbrados a hacer este tipo de tratamientos", ha expresado Elena Rodríguez, que está encantada con el trato y con los resultados que consigue gracias a las Clínicas Livet, su centro de confianza. "Voy muy a gusto", ha reconocido la televisiva, que no ha tardado en enseñar el antes y el después de sus nuevos retoques.

Así, "como las valientes", la madre de Adara Molinero se ha mostrado sin un ápice de maquillaje y sin filtros, para que su legión de seguidores puedan apreciar mejor las maravillas que el ácido hialurónico consigue en su rostro. Y es que Elena Rodríguez sabe muy bien lo que quiere: recuperar la firmeza de su piel y difuminar los primeros signos de la edad mediante inyecciones de toxina botulínica muy sutiles para un resultado muy natural.