El tiempo no pasa en vano para nadie, pero en el caso de Violeta Mangriñán, mejora con la edad, como el buen vino. La exconcursante de `Supervivientes´e influencer compartía hace poco con sus seguidores unas cuantas instantáneas, tirando de hemeroteca, del año 2012.
Cejas finas, pelo corto a capas y un total look de la época han horrorizado hasta a la propia Violeta. Un aspecto y un estilo que nada tiene que ver con el actual y del que como siempre, no reniega, pero, aunque lo comparta con sus seguidores prefiere volver a guardar en el cajón de los recuerdos. ¡Debe tener verdaderas joyas ahí dentro!
No es la primera vez que la influencer comparte imágenes de su pasado, pues a lo largo de los años, ha compartido imágenes sobre su aspecto en 2014, 2015 y 2016. La pareja de Fabio Colloricchio no tiene ningún problema en reconocer que con el paso de los años se ha sometido a diferentes retoques estéticos para conseguir el aspecto deseado. ¡Analizamos cómo era Violeta Mangriñán en 2012!
Violeta Mangriñán, nunca ha tenido problema en mostrar que, como el buen vino, el paso de los años en ella no ha hecho más que mejorar su aspecto. Además, reconoce que se ha hecho algunos retoques estéticos hasta lograr su aspecto actual. Tampoco duda en mostrarnos como era hace, ni más ni menos, que 11 años. ¡El tiempo vuela!
Hace bien poco compartía con sus seguidores en Instagram, y tirando de hemeroteca, una serie de instantáneas del 2011, dignas de análisis. “Cejas finas y pelo corto, con todos ustedes DORA”, así se presentaba la propia protagonista.
Nada que ver son su aspecto actual, la valenciana ha seguido compartiendo más fotos de aquella época. Tras unas enormes gafas, poniendo morritos y acompañada de una amiga, la influencer, con perlas como pendientes, llevaba el pelo corto, a capas y a la altura de la garganta. ¡Un look que no tenemos archivado en nuestra memoria!
No obstante, Violeta horrorizada, hace de tripas corazón y muestra una de esas imágenes para archivar, borrar y quemar. ¡Dicho por la propia influencer! Con una banda de fallera, vestida de calle, ceja fina, pelo corto y alguna que otra trenza, se paseaba Violeta por Valencia en el 2012.
La propia influencer reconoce que lo peor de su aspecto hace once años eran las cejas. Lo que se hacía en las cejas era una auténtica atrocidad por mucho que fuera la moda del momento y aunque ya se lo decía su madre, ¡antes muerta que sencilla!, Violeta que ama sus cejas actuales no termina de entender qué le llevaba a hacerse eso.
Desde entonces hasta ahora, no solo han pasado los años, la influencer dejó crecer su melena, sin tintes, ni mechas, evitando el secador y la plancha en la medida de lo posible. Y aunque tiene una buena mata de pelo, grueso y agradecido, herencia de su madre, Violeta ha visitado la peluquería durante años, cada dos meses, para cortarse las puntas.
Por aquel entonces Violeta ya se hacía fotos en “modo ascensor” aunque ha depurado la técnica con el paso de los años lo cierto es que en 2011 ya apuntaba maneras.
A Violeta le encanta posar, sola, acompañada, con un look casual o de punta en blanco, pero lo que más le gusta es hacerlo en el espejo del ascensor.