Violeta habla de su dura experiencia lejos de Gala en un viaje accidentado: "No iba a estar exento de drama"
La exconcursante de 'Supervivientes' ha relatado su accidentado viaje lleno de imprevistos
Violeta Mangriñán ha contado lo duro que se le ha hecho alejarse de Gala por unos días
Un viaje a Londres por trabajo suena de los más divertido y emocionante. Sin embargo, Violeta Mangriñán no ha podido decir lo mismo tras ver su viaje completamente gafado por determinados imprevistos. Ha viajado hasta la capital de Reino Unido por un importante evento que tenía con una marca de productos de peluquería con la que colabora.
Aún no había ni salido del avión después de aterrizar y la exconcursante de 'Supervivientes' ya comunicaba a través de sus redes su primera desgracia: la influencer no tenía vestido para el evento, no había podido apenas dormir, y estaba echando mucho de menos a su pequeña Gala.
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La influencer ha vivido una auténtica pesadilla en su viaje por trabajo y se le ha hecho cuesta arriba todo. Después de una exhaustiva mudanza, con un bebé del que cuidar y cuando estaba empezando a sentirse en casa, Violeta ha tenido que viajar a Londres con su hermana Lili y las influencers Rocío Osorno y Dulceida. Entre lágrimas, ha contado a sus seguidores lo sucedid:
Todo ha empezado cuando, minutos después de aterrizar y bajar del avión, la valenciana se ha dado cuenta de que se había dejado el vestido que iba a llevar puesto en el evento en el portaequipajes del avión. “Mi bolsa con el look para esta noche se ha quedado en el avión”, ha contado la influencer. El problema es que no pudo recuperarlo de ninguna manera, la política de la compañía, según ha contado ella, le impedía volver atrás por motivos de seguridad. Además, Violeta añadía: “Después de haberme quedado despierta hasta las tantas de la mañana para que arreglasen lo que estaba roto del vestido…”
Por lo tanto la reciente mamá se ha plantado en Londres sin look para el evento y sin dormir. Por suerte, Violeta es influencer y no hizo falta mucho tiempo para que en su habitación de hotel tuviera otros modelos de la misma firma que el primer vestido que había olvidado en el avión. Solucionó el problema de los zapatos con una tarde de compras por Londres, donde adquirió unas sandalias negras en charol de una exclusiva marca que costaban 675 euros.
Después de toda ese estrés ha llegado otra preocuàción después. Violeta ha compartido también, durante su estancia en Londres, que se encontraba muy intranquila por la pequeña Gala, que había pasado una noche muy mala después de tomar por primera vez patata y había tenido problemas de estómago. “Estoy deseando llegar a casa”, ha confesado Violeta con un poco de desesperación.
El final feliz, o más bien el final de los dramas, ha llegado cuando Gala y su mamá se han reencontrado. Después de un largo viaje que a Violeta se le ha hecho eterno, ha compartido el esperado reencuentro con su pequeña. Una emotiva foto fundiéndose con su bebé en un tierno abrazo. El trabajo a veces resulta más duro de lo que creemos pero, por suerte, todo llega a su fin.