Adara Molinero reconoce el error que ha cometido en sus relaciones: "No lo cometáis vosotros"
La exconcursante de 'Gran Hermano' se ha sincerado como nunca con sus seguidores en TikTok
La finalista de 'Supervivientes' ha admitido el error que comete en sus relaciones para aconsejar a sus fans no hacerlo
Álex Ghita saca a la luz el episodio de celos de Adara Molinero por Alejandra Rubio: las imágenes
Adara Molinero ha decidido dar un paso más en su carrera profesional y apostar por crear contenido en TikTok. Tan entusiasmada está con la idea de hacerse tiktoker que le ha prometido a sus seguidores de Instagram que si la siguen la red social de los vídeos van a encontrar contenido más diverso, en el que se mostrará tal cuál es. Y parece que la exconcursante de 'Gran Hermano' está dispuesta a hacerlo porque en el primer vídeo tras el anuncio ha revelado que su "afición favorita" es dejar de seguir a gente en Instagram.
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"Me da una satisfacción, un gusto... ¡Es increíble! ¡Me encanta! ¡Es que no hay nada que me guste más en el mundo!", ha enfatizado la finalista de 'Supervivientes', que se define a sí misma como "la reina del 'unfollow'". Tal es su gusto por la tecla de 'dejar de seguir' en la red social de la camarita que ha confesado lo que sus seguidores ya sabían y es que cada vez que alguien la hiere rompe su vínculo virtual, pero también ha revelado que lo hacía con sus exnovios cuando quería asustarlos y que pensasen que la iban a perder.
"¿Que te has cabreado con tu novio? ¡Pam! Le dejes de seguir para que se acoj*ne", ha comentado entre fuertes carcajadas la hija de Elena Rodríguez, que rápidamente ha reconocido que esto era un error y le ha recomendado a sus seguidores que no lo comentan ellos también: "Eso no, es broma, no cometáis los mismos errores que yo".
Lo cierto es que, a lo largo de su relación con su último exnovio, Álex Ghita, le dejó de seguir en muchas ocasiones e, incluso, borraba las fotos que tenía con él. En una entrevista en exclusiva con OUTDOOR, el examigo de Carla Barber admitió que eso era una tónica habitual en su noviazgo, que estuvo caracterizado por las idas y venidas y que él pensó en muchas ocasiones que iba a perderla y volvía para pedirle una nueva oportunidad.
Siempre funcionaba así hasta que, en un viaje en Cádiz, el entrenador personal se hartó. La gota que colmó el vaso fue que él quiso dar un paseo por la playa y ella no quería que él se alejase de su lado, pues prefería que se quedase a su lado en la piscina del hotel, tomando el sol. De acuerdo con su versión de los hechos, ahí fue cuando él decidió paralizar sus vacaciones y acabar con su romance, que se había prolongado durante nueve meses.