Anabel Pantoja abre un debate con su vestido de Shein de invitada premamá para una boda
Anabel Pantoja apuesta por un look de invitada premamá de Shein para acudir a la boda de unos amigos
La exconcursante de 'Supervivientes' explica el motivo por el que ha recurrido a la industria 'fast fashion' en lugar de a moda española
Anabel Pantoja aclara la confusión con el nombre de su hija
Anabel Pantoja triunfa con su último look premamá para una boda. La exconcursante de 'Supervivientes' se encuentra en la recta final de su embarazo; un momento que para muchas mujeres puede resultar todo un reto a la hora de vestirse para ocasiones especiales. Este fin de semana, la sobrina de Isabel Pantoja ha acudido a la boda de unos amigos de David Rodríguez con un vestido de invitada confeccionado por el gigante de la moda low-cost: SHEIN. Una decisión que ha sido muy comentada y con la que ha abierto un debate.
Cada vez son más las mujeres que deciden apostar por vestidos 'made in China' para acudir a una boda. Anabel Pantoja, que suele vestir con prendas de producción española, ha sido la última. Ella misma ha confesado que su vestido, a la venta por menos de 50 euros, se ha quedado muy sorprendida de haberlo hecho.
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Pero para ahorrarse unos euros y dado que en su estado le resulta bastante difícil encontrar ropa que se ajuste a su silueta, cuando le recomendaron este diseño no se lo pensó. Tras pedir referencias sobre la tela, Anabel se animó a comprar este bonito vestido de color azul cerúleo, con escote halter cruzado, amplia caída y flecos en la parte baja de la falda.
"Y ya habéis visto el resultado. Combinándolo con unos buenos pendientes, unos buenos complementos y un buen maquillaje y peluquería...", comenta reconociendo que la calidad y la procedencia de su vestido no tiene por qué estar reñida con la elegancia.
Consciente de la críticas que podría recibir por "no apoyar a firmas españolas", sostenibles y con un proceso de creación y producción mucho más ético y responsable, Anabel ha querido alegar al "límite de tiempo" y problemas de "talla" que tiene en su séptimo mes de embarazo para haber comprado este vestido de Shein. "Siempre voy de amigas mías, pero me tenían que hacer el vestido en agosto y no podía coger uno hecho por la barriga, por mi situación. Estaban de vacaciones y no iban a pararlas por mí, así que fui a lo fácil, a lo cómodo", explica.
"Y mira, os digo una cosa, si esto nos ayuda a salir del paso y a no tenerte que gastar una millonada por ir a una boda-compromiso, me alegra poder ayudaros en la medida de lo posible", ha señalado en sus redes tras recibir tanto comentarios de apoyos como críticas por haber llevado un vestido procedente de una industria poco ética, ecológica y sostenible: la del fast fashion.
"Di que sí, que no hace falta gastarse un pastón, ni estilista", la defiende una seguidora. "Estás preciosa aunque sea de Shein, parece que del Shein solo podemos vestir la gente de a pie y no es así cualquiera puede hacerlo solo hay que tener gusto y Anabel tiene gusto y estilo, ole tú", apunta otra.