Marta Riumbau, en tratamiento médico por un problema relacionado con su embarazo: "Pudo conmigo"
Marta Riumbau habla del problema por el que ha necesitado pedir ayuda y consejo médico
La ex de Diego Matamoros se negaba a tomar medicación estando embarazada, sin embargo, ha tenido que hacerlo
La influencer, embarazada de cinco meses, acude a urgencias por sangrado: su diagnóstico médico
Desde que tomara la decisión de ser madre en solitario, Marta Riumbau ha tratado de cuidarse al máximo y de evitar en la medida de lo posible la toma de cualquier medicamento o compuesto químico innecesario. La exnovia de Diego Mamoros, ha conseguido aguantar siete meses sin tomar analgésicos o antiinflamatorios, sin embargo, un problema relacionado con su embarazo ha acabado "pudiendo" con ella y obligando a la influencer a acudir al médico y a asumir el tratamiento que le han pautado.
Después del gran susto que vivió durante el primer trimestre de gestación, en el que tuvo que permanecer en casa y guardar reposo absoluto durante dos meses por amenaza de aborto, Marta vigila cada movimiento.
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La mamá de Julieta - la bebé que espera y de la que se quedó embarazada tras someterse a un prodecimiento FIV - , lleva meses sintiendo una horrible acidez estomacal. Este problema, que al igual que a Anabel Pantoja le ha impedido conciliar el sueño, ha terminado llevando a la catalana a tomar medidas drásticas. "Al final pudo conmigo", dice mientras cuenta cómo a pesar de sus ganas de no medicarse durante su embarazo ha tenido que hacerlo.
En su última revisión médica, la influencer tuvo que pedir ayuda a su médico para tratar su problema, a pesar de que esto supusiese la toma de medicamentos durante el resto de su embarazo.
Riumbau, que asegura haber notado mejoría desde que se tomase la primera pastilla, ha querido hablar de su evolución con sus seguidores, a los que actualiza prácticamente a diario con noticias relacionadas con su embarazo.
"Benditas pastillas", dice mientras se ríe. "Mi médico me las recetó en la última visita. Llevaba 7 meses sin tomarme ni un paracetamol. Todo lo que pudiese evitar lo evitaba, pero es que tenía dragones en mi garganta que salían por las noches", dice mientras hace una metáfora sobre la ardentía que notaba.
"Era inaguantable", reconoce mientras confiesa que, "desde el primer día" en que se tomó un antiácido, dijo "ciao" a la "acidez".