El niño alemán sigue solo tres días después de ver cómo su padre asesinaba a su madre y su hermano
Annelies y José han sido los abuelos improvisados para el pequeño Jonas, después de que otros vecinos de La Quinta, cerca de Adeje (Tenerife) lo encontraron, agotado y en shock, después de escapar del horror. Annelies es holandesa pero habla alemán y se ofreció a hacer de intérprete con el niño. Lo llevaron a su casa y allí, poco a poco, tomó confianza y empezó a contar lo sucedido cuando su padre los llevó con engaños de que había regalos de Pascua, a una cueva en el monte.
Vio cómo su padre Thomas pegaba a su madre con violencia y luego a su hermano mayor y huyó por un camino distinto al que habían hecho para llegar a la cueva. Reacciono y huyó. Salvó la vida. Annelies dice que se le partía el alma cuando Jonas le contó, y son palabras del niño, que "prefirió la vida a todos los regalos". Escuchar este testimonio ha supuesto que Annelies haya sido llamada a declarar, como Rosi, la vecina que, junto a su hermano, encontraron a Jonas deambulando por una carretera.
El Gobierno canario tiene la tulela de Jonas desde los hechos. Es testigo clave en la investigación. Desde la Consejería de políticas sociales el retraso en la llegada de familiares del niño desde Alemania, se debe al impacto psicológico que ha supuesto sobre todo para los abuelos maternos el asesinato de su hija y su nieto, por ello es posible que sea un sacerdote el que se haga cargo del menor en las próximas horas.