Los videojuegos, una mina de oro que tiene a los jóvenes enganchados
Cada vez son más reales, su calidad es de diez. Los hay para jugar solo u online, de deportes, de velocidad y los más vendidos, los de guerra. Pero da igual el género, todos tienen algo en común, son altamente adictivos. Algunos nos dicen que ellos necesitan "jugar para sentirse bien" o que es "una especie de dependencia". Algo que genera miles de millones de euros en beneficios y que tiene enganchados a muchos, muchos jóvenes. Incluso una niña de 9 años ha tenido que ser ingresada en Reino Unido. Alejandro Parage, psicólogo experto en adicciones, nos dice que hay "gente que a lo mejor pasa seis horas jugando, gente que hemos llegado a ver que su vida se concentra a estar en la habitación metido jugando y salir para comer y poco más". Los padres se preocupan. Expertos como Alejandro Muriel, psicólogo de Terapi.es, advierten de que pese a que "tienen experiencias muy positivas, el problema es que cuando eso sirve para suplir otras áreas en las que la persona no está funcionando bien", hay algo que está fallando. Cada vez hay más adeptos. Incluso se ha convertido en su forma de relacionarse. Hay que usarlos para disfrutar, pero como todo en la vida, en su justa medida y con mucha mesura.