En Oldies la música se escucha, pero también se siente, se huele y se ve. En cada uno de sus rincones se aprecia el respeto y el mimo que ofrecen a todos los grandes estilos, desde el rock al jazz, pasando por el folk o el punk, sin olvidar la música valenciana.
A sus 43 años, es la tienda de discos más antigua de España en activo y, en plena madurez, vive un momento de esplendor con el renacer del vinilo. “Es el gran soporte de la música, ofrece el mejor sonido. El que quiere tocar la música necesita un vinilo”, asegura Vicente Faubel, copropietario de Oldies.
Fue en 1978 cuando Pepe y Vicente, dos melómanos empedernidos, decidieron dejar unos trabajos poco gratificantes para dedicarse a su pasión. “La tienda ha sido todo para nosotros, pero también para muchos de nuestros clientes que han pasado parte de su vida aquí”, relata Pepe Salvador, fundador de Oldies.
En pleno centro de Valencia, en la calle Nuestra Señora de Gracia, empezaron con un sueño, que han podido cumplir. “La música nos ha dado de comer y nos ha alimentado el alma. Oldies para nosotros y para muchos de nuestros fieles clientes es el paraíso”, afirma Vicente.
Pero como dice la canción de Los Módulos, Todo tiene su fin, y sus entregados dueños se jubilanTodo tiene su fin. “Es el momento adecuado, hay que dar paso a una nueva generación”, explica Pepe.
Por eso buscan un nuevo propietario, aunque no les vale cualquiera, necesitan que sea alguien que mantenga la esencia de esta institución y siga cuidando de su gente. “Tiene que tener su propia personalidad, enriquecer lo que hemos construido, sin tocar demasiado, porque lo que funciona, mejor conservarlo”, señala Vicente.
Ya son muchos los interesados, pero el nuevo gestor tendrá que contar con los 175.000 euros en los que se ha valorado el traspaso, y con el beneplácito de los fundadores, que van a iniciar este proceso de selección como si de un casting se tratara.
El agraciado heredará un negocio saneado, con una clientela incombustible y un stock de discos que almacena auténticas joyas, como una colección de placas de baquelita de los años 20, precursoras del vinilo, que sirvieron a principios de siglo para escuchar música en los primeros gramófonos. “Están en un estado de conservación excepcional y en ellas están grabadas piezas de música popular española. Por ejemplares como estos, los coleccionistas han pagado grandes cantidades de dinero”, asegura Pepe.
Para los fanáticos de Oldies, la noticia ha sido un duro golpe. “Es una lástima. Esperemos que alguien pueda seguir con lo que ellos han hecho”, explica uno de sus clientes. Junto a él, otro asiduo que busca un vinilo de Stevie Wonder, asegura que “tienen un trato súper cercano". "Te aconsejan, te recomiendan y da gusto”, afirma.
Ni la aparición del casete, ni la época del esplendor del cd, ni las más recientes plataformas de música han podido con Oldies. El último reto de Pepe y Vicente es encontrar un nuevo dueño que resista los próximos desafíos, respetando el sello que ellos han imprimido a este santuario de la música.