Poco después de las nueve de la noche de este jueves se ha podido observar desde diferentes puntos de la Comunidad Valenciana una bola de fuego surcando el cielo.
Una imagen sorprendente que numerosos ciudadanos grabaron con sus móviles y subieron a redes sociales preguntándose qué era.
Entre las posibles opciones, los internautas apostaban mayoritariamente por un meteorito o un cometa, pero en realidad los expertos lo aclararon pronto.
La bola de fuego se produjo tras la entrada en la atmósfera de los restos de uno de los satélites de la empresa SpaceX, del visionario y multimillonario tecnológico Elon Musk.
La propia empresa anunció esta semana que había perdido 40 de los 49 satélites Starlink que había puesto en órbita como consecuencia de una tormenta geotérmica.
SpaceX avisó que los satélites irían cayendo hasta entrar en la atmósfera. "Normalmente se desintegran antes de impactar con la tierra por lo que no suponen un peligro. Hace unos días ya se pudo ver otro similar en Puerto Rico", señala Pere Blay, astrónomo de la Universidad Internacional de Valencia.
Normalmente la caída de estos satélites está programada y se conoce el momento de su entrada en la atmósfera, algo que no ha ocurrido en este caso. "La reacción ha sido muy llamativa porque no se esperaba", afirma Amadeo Aznar, miembro del grupo de observatorios APT.