La historia de Juan, el niño que lloraba al ver su colegio destruido por la DANA: "Es que me da mucha pena"
Muchos niños de Valencia como Juan, lo han perdido todo, desde su casa hasta su colegio tras la DANA
Continúan los trabajos de restauración y limpieza en decenas de centros educativos valencianos
Minuto a minuto | La última hora sobre la DANA en España
En Valencia, la atención psicológica se ha convertido en una necesidad básica para todos los afectados por la DANA. Muchas personas lo han perdido todo, sus viviendas, trabajos e incluso, familiares y seres queridos. El apoyo está siendo fundamental para poder salir hacia adelante para muchos de ellos. En el punto de mira de muchos especialistas también están los niños, que, a su corta edad, han vivido una gran catástrofe. Desde Protección Civil, en Paiporta, Valencia, recordaban que se ofrecía atención psicológica para todos aquellos pequeños que la necesitasen.
Los colegios, al igual que muchas de los edificios e instalaciones de este municipio, han quedado completamente destrozados por las fuertes riadas, que arrasaron con todo a su paso. Es el caso de Juan, el niño cuya reacción conmocionó por redes sociales tras echarse a los brazos de su madre cuando pasó por la puerta de su colegio y lo vio completamente derrumbado. "Es que me da mucha pena", contestaba a su madre en el vídeo mientras ella le consolaba.
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"Me pone triste, por mis amigos también, hemos pasado muchos años", explica el niño. Era la primera vez que salieron a la cale después de que las calles quedasen completamente incomunicadas varios días al estar llenas de barro y diferentes enseres. Una de sus paradas, fue el colegio de los dos niños, que, como se ve en el vídeo, estaba también lleno de barro y sin puertas. La madre de Juan, Verónica Díaz, cuenta que quedó sorprendida por la reacción de su hijo: "Yo no pensaba que les iba a tocar tanto". "Me dio pena porque había paredes y todo caídas", añade Antonio, hermano de Juan.
"Dejé a muchos familiares y vecinos"
La familia decidió moverse hasta Alicante, donde están viviendo ahora hasta poder recuperar cierta normalidad en su hogar: "Vine con el corazón destrozado porque dejé a muchos familiares y vecinos", dice Verónica. La esperanza que les queda es ver a todos los trabajadores, tanto agentes como voluntarios, que están luchando por deshacerse de todos los escombros que ha dejado la DANA.
Aun así, 12 centros educativos continúan completamente destrozados, 19 precisan obras importantes y 29 algunas intervenciones menores, los cuales podrían abrir la semana que viene: "Nosotros estamos avanzando, hemos tenido mucha ayuda", comenta Raquel Requena, directora del colegio de La Inmaculada.
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