Con mucha ilusión y esfuerzo, Carla ha comenzado a andar con la ayuda de unas prótesis. "Es una sensación supergratificante. Si no lo vives no puedes explicar, pero es como despegar y empezar a abrir las alas para volar muy alto", explica la joven.
La chica perdió sus manos y sus pies después de ser ingresada para intervenirle de un pequeño bulto en la ingle. Lo que iba a ser una operación rutinaria cambió su vida para siempre al verse afectada por una bacteria que le produjo un fallo multiorgánico que la llevó a un coma inducido. Cuando se despertó, 12 días después, le habían amputado las extremidades debido a que la medicación que le pusieron era tan fuerte que le provocó una necrosis.
Ahora, meses después, da sus primeros pasos. "Son unas prótesis provisionales y la verdad es que duele bastante porque esa parte de la pierna no está preparada para andar como la planta de los pies. Además, tienes que encontrar de nuevo el equilibrio del cuerpo, los puntos de apoyo correctos, dar el paso bien. No es subirse a la prótesis y ya está".
Un progreso difícil pero Carla define como "una montaña rusa de emociones". "Es una luz al final del túnel porque este es un camino muy largo y ver que vas avanzando siempre es bueno. No obstante, es como una montaña rusa de emociones. Hay días en los que sientes que puedes con todo y otros en los que el mundo se te viene encima. Hay que aprovechar las oportunidades que te da la vida y sacarle partido a lo que te toca vivir"
Estas primeras pruebas le permiten reducir los muñones de las piernas hasta que le proporcionen las prótesis definitivas.
Mientras que las protesis de las piernas se las proporciona la Seguridad Social, las de las manos tiene que pagarlas ella. "Yo tengo ahora unas estéticas que no sirven para nada salvo rascarte", explica Carla.
Para mejorar su calidad de vida, la joven necesita unas prótesis multiarticuladas cuyo precio oscila entre los 85.000 y 130.000 euros cada mano. "Además de que son muy caras hay que cambiarlas cada tres o cuatro años porque se van deteriorando", afirma.
Carla ha abierto una cuenta bancaria para recibir ayudas económicas y hacer frente a ese gasto inasumible para su familia. "La respuesta de la gente está siendo increíble aunque todavía no tengo el dinero necesario, yo además tengo la ayuda de mi familia y mis amigos", señala la joven, que también quiere destinar el dinero recaudado "para ayudar a otras personas que están en la misma situación que yo y no tienen tanta visibilidad".
Otro de los problemas de estas prótesis es que no le permiten montar a caballo, su gran pasión. "Para eso necesito unas prótesis deportivas que son aún más caras, de momento ya he conseguido subirme a caballo, pero solo al paso con la ayuda de una amiga, simplemente para notar la sensación", explica Carla.
Síguenos en nuestro canal de WhatsApp y conoce toda la actualidad al momento.
Suscríbete a las newsletters de Informativos Telecinco y te contamos las noticias en tu mail.