El verano de 2024 se ha convertido ya en uno de los más trágicos de los últimos años en la Comunidad Valenciana. En las últimas 48 horas, dos bañistas han muerto ahogados en las playas valencianas, por un lado, el cuerpo del bañista desaparecido en Massalfassar, que fue encontrado el martes entre las rocas del espigón donde se perdió de vista, y, por otro lado, otro hombre falleció ahogado en la playa del Racó de Cullera, hace menos de 24 horas.
Estas dos muertes se suman a una lista que ya alcanza las 40 víctimas durante la temporada alta, convirtiendo esta temporada en un verano negro. De hecho, según el Informe Nacional de Ahogamientos (INA) elaborado por la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo (RFESS), hasta agosto de 2024 se han registrado 48 muertes en zonas de baño en la región, superando ya las 46 contabilizadas en todo 2023. De estas, 38 ocurrieron durante el verano: 17 en junio, 16 en julio y cinco en lo que llevamos de agosto. Estas cifras ya son más altas que las del año anterior, y si se incluyen las dos últimas víctimas de Massalfassar y Cullera, la cifra total asciende a 50 fallecimientos, 40 de ellos en plena temporada estival.
La Comunidad Valenciana lidera el triste ranking de las regiones con más víctimas durante el verano, superando a Andalucía (30 muertes) y Galicia (21), a pesar de que estas comunidades tienen una mayor extensión de costa. La región valenciana registró el mayor número de ahogamientos tanto en junio como en julio, y en agosto, solo Andalucía la supera, con siete muertes frente a cinco. Sin embargo, al añadir los casos recientes, ambas comunidades quedan empatadas.
Ante esta situación, el avance de las tecnologías, puede ser de gran ayuda, es el caso de los drones de rescate, como el Auxdron, diseñado por el ingeniero valenciano Adrián Plazas, equipado con chalecos flotadores, altavoz e inteligencia artificial. Estos drones ya han salvado a tres personas en un solo fin de semana en las playas de Port Saplaya, El Saler y Dénia.
El análisis del INA también destaca que las playas son el escenario más frecuente de estos incidentes, seguidas de los ríos, muchos de ellos en zonas no vigiladas o en horarios sin servicios de socorrismo. Las estadísticas indican que las muertes ocurren más frecuentemente entre las 12 y las 14 horas y afectan principalmente a hombres, que representan la mayoría de los fallecidos hasta julio (243 hombres frente a 48 mujeres). Además, las campañas de la RFESS subrayan la importancia de la prevención, como conocer los riesgos del medio acuático, educar sobre cómo actuar ante una emergencia y establecer una "cultura de salvamento".
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