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Miguel Ángel Suárez, un hombre de 51 años, falleció durante la noche del viernes al sábado en los calabozos de la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía de Elche. La causa exacta del deceso aún no ha sido determinada y está a la espera de la autopsia programada para el próximo lunes en el Instituto Anatómico Forense de Alicante. El cuerpo fue trasladado a dicho instituto tras la autorización del juzgado en funciones de guardia.
Suárez había sido detenido el viernes en las inmediaciones del barrio de Los Palmerales, acusado de atentado a agentes de la autoridad. El arresto se produjo tras una resistencia activa por parte del detenido, quien se negó a introducirse en el vehículo policial. Esta resistencia resultó en lesiones para dos de los agentes, quienes recibieron atención médica y se elaboró un parte de lesiones correspondiente.
Tras la detención, Suárez fue llevado a un centro de salud donde se le realizó un parte sanitario. El médico no observó anomalías durante el examen inicial. Posteriormente, fue trasladado a la Comisaría de Elche, donde pasó la noche en una celda mientras se esperaba la instrucción del atestado y la toma de declaración junto con el abogado de oficio. La rutina en estos casos implica un chequeo médico previo a la entrada en dependencias policiales para garantizar la salud del detenido.
A la mañana siguiente, cuando se realizó el reparto del desayuno a los detenidos, Suárez no se levantó. Un agente que entró a la celda encontró al hombre sin signos vitales y se activó de inmediato el protocolo de emergencia. Aunque se llamó a una ambulancia, el médico que acudió al lugar no certificó el fallecimiento, siguiendo el procedimiento estándar en casos que deben ser judicializados debido a la edad y circunstancias del deceso. La noticia fue comunicada al juzgado de guardia, y una comisión judicial se presentó en la Comisaría para proceder al levantamiento del cadáver.
La Comisaría de Elche ha iniciado una investigación interna y ha seguido los protocolos establecidos para estos casos, que incluyen la toma de declaración a todos los policías que tuvieron contacto con Suárez desde su arresto y la revisión de las grabaciones de las cámaras de seguridad de los pasillos de la Comisaría. En paralelo, el juzgado de guardia ha abierto una investigación formal para determinar las causas del fallecimiento.
Durante la tarde del sábado, se produjo una concentración de cerca de un centenar de personas frente a la Comisaría, la mayoría vecinos del barrio de Los Palmerales, donde residía Suárez. La manifestación, que se desarrolló sin incidentes, tenía como objetivo exigir explicaciones sobre lo ocurrido. Algunos de los presentes portaban pancartas pidiendo justicia. Aunque un portavoz policial dialogó con los manifestantes y les ofreció información, la concentración se disolvió sin resolver las inquietudes de los asistentes.
El fallecimiento de Miguel Ángel Suárez ha suscitado una serie de interrogantes y ha generado preocupación tanto entre los familiares del fallecido como en la comunidad local. La familia de Suárez, que ha sido informada del suceso, está considerando la posibilidad de buscar representación legal para esclarecer las circunstancias que rodearon la muerte del detenido.
Las autoridades continúan con la investigación para determinar la causa exacta del fallecimiento y evaluar si hubo algún tipo de maltrato o negligencia durante el tiempo que Suárez pasó en la Comisaría. Mientras tanto, el Cuerpo Nacional de Policía mantiene la política de no realizar declaraciones adicionales hasta que se concluyan las investigaciones en curso.
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