La Fundación Bioparc reintroduce con éxito decenas de gallipatos en su hábitat en Valencia

El gallipato es el único urodelo de la Comunidad Valenciana y el mayor de la península Ibérica y, como ocurre con gran parte de los anfibios, se trata de especies que se enfrentan a un peligroso declive poblacional. Esta situación causada principalmente por el deterioro de su hábitat natural ha provocado que el “ofegabous” haya sido incluido en la Lista Roja de la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza) y en el Catálogo Valenciano de Especies de Fauna Amenazada.

Con motivo de la conmemoración esta semana del Día Mundial del Medio Ambiente, desde la Fundación Bioparc en colaboración con Caixa Popular y la Conselleria de Medi Ambient, Aigua, Infraestructures i Territori como colofón de la propuesta Naturalización de las Aulas, se ha llevado a cabo una reintroducción de varias decenas de gallipatos en la localidad de Alcublas (Valencia).

Además del valor medioambiental, la acción ha sido especialmente emotiva para los grupos de escolares que han asistido, pues han podido ver cómo los ejemplares que han cuidado durante varios meses en sus colegios formaban parte de esta repoblación como primer paso para la recuperación de este espacio natural.

Despertar la empatía y el compromiso de los jóvenes hacia las especies autóctonas

La intensa jornada ha sido un auténtico “trabajo de campo” donde escolares de los centros Virgen del Rosario (Torrent) y Teodoro Llorente (Valencia) junto con especialistas en cuidado animal y de educación de Bioparc Valencia, han realizado un muestreo para tratar de identificar otras especies que habitan en el mismo lugar, han realizado test de algunas de las enfermedades que deben afrontar los anfibios como la quitridiomicosis, así como de la calidad del agua y también han podido mostrar sus conocimientos en el “Trivial del gallipato”. 

Esta actividad se incluye en el interesante programa educativo de Bioparc “Naturalización de las aulas” en la que han participado estos dos colegios y que ha permitido trasladar un pedacito de los ecosistemas valencianos más amenazados, los humedales, a sus clases.

Ante la pérdida de biodiversidad, es fundamental llamar la atención sobre estos anfibios que pasan desapercibidos para gran parte de la población y, sobre todo, despertar la empatía y el compromiso de las personas más jóvenes hacia estas especies autóctonas.

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