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La familia del niño atropellado en Valencia el pasado 19 de mayo ha solicitado al juzgado que lleva el caso que se realicen pruebas de cabello y sangre al conductor acusado del atropello para determinar la presencia de sustancias estupefacientes en su cuerpo.
Ángel C. S., de 22 años, está acusado de los delitos de lesiones, homicidio en grado de tentativa por imprudencia grave, omisión del deber de socorro y abandono del lugar del accidente.
Como informa Las Provincias. el joven encarcelado se negó a dar una muestra de ADN a los investigadores tanto en el complejo de Zapadores como en el juzgado de guardia. Por ello, la familia del niño atropellado también ha solicitado que el juez ordene la toma de una muestra de saliva.
Cuando se entregó el pasado jueves en la central de la Policía Local de Valencia, los agentes no le realizaron la prueba de alcoholemia ni el test salival de detección de sustancias estupefacientes debido al tiempo transcurrido desde el atropello y la fuga.
El detenido permaneció durante varios días en paradero desconocido. Los agentes encontraron el vehículo con daños y restos biológicos. El hermano del niño atropellado declaró ante la Policía Local que solo vio a un individuo al volante del coche, por lo que parece indicar que el detenido es el único implicado en los hechos y no viajaba con ninguna persona.
La familia del conductor, sin embargo, asegura que el joven había dejado el coche a un amigo y que no conducía, una declaración que podría ser el argumento de la defensa de Ángel C.S.
Unas declaraciones, que se contradicen por los señalado por el propio detenido, que dijo que cuando sucedieron los hechos cogió su vehículo después de tener una discusión con su novia.
El conductor cuenta, además, con antecedentes penales. A los 18 años fue juzgado por delito de odio contra un grupo de transexuales. Ahora, lo buscaban por otros cuatro delitos, uno por agredir a su pareja, y tenía una orden para entrar en prisión.
Mientras tanto, el niño continúa ingresado con pronóstico reservado tras sufrir traumatismos craneoencefálico y torácico, una contusión pélvica y la fractura del fémur de ambas piernas como consecuencia del atropello, que lo lanzó a varios metros de distancia cuando cruzaba un paso de cebra subido a un patinete.
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