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Un hombre de 39 años y de origen español fue detenido en la localidad de Torrente (Valencia) por varios presuntos delitos. Entre ellos, tenencia, tráfico y depósito ilegal de armas y municiones, según ha especificado la Policía Nacional.
En un comunicado este domingo, ha informado de que guardaba incluso un subfusil automático de origen británico usado en la II Guerra Mundial. Además de tres escopetas modificadas, una pistola, más de 100 cartuchos y proyectiles de diferentes calibres.
También tenía en su vivienda varias armas blancas, como cuchillos, navajas y machetes. Así como uniformidad policial. Por otro lado, los agentes descubrieron 1.029 gramos de hachís y 62 de marihuana.
Por lo que se le atribuye otro delito contra la salud pública. Después de ser arrestado, pasó a disposición judicial y el juez decretó su ingreso en prisión. No tenía licencias ni permisos para poseer las armas incautadas.
Lo curioso de este caso es que la Policía pudo descubrirlo tras una llamada al 091. Se solicitaba ayuda para un varón que había sido hallado tumbado en el jardín de su casa, por un supuesto apuñalamiento.
Al menos, eso aseguraba él: que había sido agredido por su expareja. Sin embargo, cuando los efectivos de Seguridad Ciudadana de Torrente llegaron al domicilio, vieron que no presentaba ninguna herida visible.
El individuo sí que mostraba una alteración en su estado psíquico, lo que incitó a avisar a servicios sanitarios para su ingreso en un hospital. Cuando los agentes lo asistieron, portaba un arma corta municionada y lista para su uso.
Al sospechar que podía tener más en su hogar, solicitaron a la autoridad judicial una orden de registro. Así pudieron descubrir el resto.
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