Diez años de prisión para un fisio que abusó sexualmente de una niña de dos años con parálisis cerebral

  • Se le impone también una inhabilitación laboral especial y el pago de una indemnización a la familia y a la propia víctima

  • Metió a la niña en un despacho, la desvistió y abusó de ella hasta que los padres descubrieron la escena

  • El tribunal considera que la actuación del condenado tuvo un "significado sexual" y no constaba indicación fisioterapéutica para la exploración íntima

La sección segunda de la Audiencia Provincial de Valencia ha condenado a un fisioterapeuta a 10 años y cuatro meses de prisión por abusar sexualmente de una niña de dos años y ocho meses con parálisis cerebral y retraso en el desarrollo motor.

Durante el juicio, el acusado defendió que "únicamente" estudiaba el suelo pélvico de la menor para valorar su movilidad --con el consentimiento y conocimiento de los progenitores-- pero el tribunal no ha creído su versión.

La sentencia también le impone la inhabilitación especial para cualquier profesión, oficio o actividades que conlleven contacto regular y directo con personas menores de edad por un tiempo de 18 años. Junto a ello, se le condena a pagar 10.350 euros a la víctima, 20.300 euros a la madre y 5.000 euros al padre en concepto de responsabilidad civil.

La Fiscalía reclamaba para el joven 12 años de prisión por abuso sexual y 14 años por agresión sexual; mientras que la acusación particular, que representaba a los padres de la menor, reclamaba 15 años de prisión para el sanitario y, la defensa, la absolución.

El llanto de la niña durante una sesión alertó a la madre

El condenado prestaba servicio desde 2017 en una empresa a la que el Ayuntamiento de un municipio de L'Horta había adjudicado ese mismo año el contrato del servicio del Gabinete Psicopedagógico Municipal. Desde principios del 2022, la víctima, de dos años y ocho meses, comenzó la rehabilitación como consecuencia de la parálisis cerebral y retraso en el desarrollo motor que sufría, lo que le impedía andar y desplazarse sola.

La menor acudía al centro varias veces por semana. El 3 de mayo de 2022, los padres de la niña acudieron a su cita y el acusado se llevó a la menor hasta un despacho y cerró la puerta, mientras la madre esperaba fuera. Según la sentencia, durante aquella sesión, el joven, "con ánimo de satisfacer su deseo sexual y sin un fin terapéutico", se aprovechó de la vulnerabilidad de la menor, la desvistió y abusó de ella.

La madre, alertada por el llanto de la niña, superior al habitual en las sesiones, se asomó a una estrecha franja del vinilo de la pared del despacho por donde se podía ver el interior y vio al sanitario con la menor encima de sus genitales pero no pudo abrir la puerta. Llamó a su marido, que esperaba en la calle, y éste subió. A base de golpes, logró abrir la puerta y ambos padres pudieron entrar.

El fisioterapeuta todavía llevaba los pantalones desabrochados. La madre cogió en brazos a la niña, quien tenía el body desabrochado y el pañal puesto al revés. Fue asistida ese día en Urgencias y se le diagnosticaron varias lesiones que requirieron asistencia y le provocaron un trastorno de estrés postraumático.

Usó un preservativo

El tribunal considera probado que la actuación del condenado tuvo un "significado sexual" y constituyó "objetivamente" una limitación de la libertad sexual de la víctima "sin ningún fin terapéutico o asistencial". Además, no consta en este caso concreto indicación fisioterapéutica para la exploración íntima.

El joven usó un preservativo; no abrió la puerta, pese a que pudo percibir la alteración de la madre; intentó deshacerse del preservativo usado; tenía ADN de la niña en la parte interior de sus calzoncillos; y causó lesiones que no son propias de un acto terapéutico.

Suscríbete a las newsletters de Informativos Telecinco y te contamos las noticias en tu mail.

Síguenos en nuestro canal de WhatsApp y conoce toda la actualidad al momento.