A golpes, patadas y empujones en el terreno terminó un partido de Segunda regional Cadete en Alzira. Aficionados, entre los que habían seguidores y padres de los jóvenes participantes, se enzarzaron en una bronca, propia de un ring de boxeo. Dos personas tuvieron que trasladadas de urgencia a un hospital de la localidad valenciana a causa de las lesiones.
La rivalidad del campo entre la UD Alzira D y la UE l’Alcúdia terminó trasladándose en la peor versión a los seguidores de ambos equipos que terminaron enfrentados con la madre de uno de los jugadores y el directivo Jose Sifre, directivo del Alzira, que sufrieron en carne propia los golpes y patadas de los energúmenos, según ha publicado el Mercantil Valenciano.
La mujer, madre de uno de los jugadores alziristas fue golpeada por un hincha alcudiano que le propinó golpes en la cara y patadas. El directivo deportivo tampoco se libró de la furia de uno de los seguidores que lo agredió. Ni siquiera el colegiado se salvó de ser amenazado por alguno de los violentos que convirtieron el final del partido en una campo de batalla. Uno de los banderines de la UD Alzira fue destruido, así como uno de los asientos de su banquillo.
Las agresiones, en las que participó algún jugador del equipo visitante, se calmaron con la llegada de las fuerzas del orden, pocos minutos después de que comenzaran los puñetazos y empujones: la llegada de los agentes frenó la violencia y puso fin al incidente.
Asimismo, el club ha condenado lo ocurrido y las imágenes de la pelea se le darán a la Federación para que adopten las medidas disciplinarias que correspondan; además ha mostrado su voluntad de colaborar con la Policía Nacional en la reconstrucción de los hechos, que terminaron con dos personas en las urgencias del Hospital de la Ribera.
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