Un matrimonio y una mujer, de entre 24 y 47 años, todos de nacionalidad rumana, han sido detenidos en la localidad de Aspe (Alicante) por presuntamente explotar en fincas agrícolas a cuatro trabajadores. Así ha informado la Policía Nacional.
Se encontraban incluso en un régimen de semiesclavitud. Recibían coacciones por parte de los arrestados, que los tenían atemorizados. Una de las víctimas aseguró a los agentes que el hombre y su esposa "eran muy peligrosos".
Por ese motivo, no había denunciado antes su situación. El dinero que ganaba por sus labores en el campo era ingresado en cuentas bancarias que pertenecían a ambos investigados. Estos tenían varios terrenos de agricultura.
En la investigación, se pudo averiguar que los jornaleros, todos de origen rumano, habían contraído deudas económicas con el cabecilla del grupo. Les había quitado su documentación y amenazado con hacer daño a sus familiares si escapaban o acudían a la Policía.
Un escrito remitido por parte de las autoridades de Rumanía alertaba sobre la posible retención de estos ciudadanos, que habían viajado a España. Así se iniciaron las pesquisas para localizar el lugar donde estaban siendo explotados laboralmente.
Los policías observaron a un hombre que trasladaba a otros dos desde un domicilio a una finca agrícola, por lo que se desplazaron hasta allí. Identificaron a las dos víctimas y a la persona que manifestó ser el propietario de las tierras.
Afirmó tener como empleados a los otros dos y enseñó una nómina a nombre de uno de ellos. Pero uno de los trabajadores era el que había dado la voz de alarma sobre su crítica situación. Al ser preguntado por los agentes en privado, lo confirmó.
Estaba siendo obligado a trabajar diez horas diarias a cambio de tan sólo 40 euros semanales para poder comer. Realizaba las labores tanto en terrenos de España como de Francia. Relató que todo comenzó tras pedir un préstamo de 100 euros.
Una persona le dio ese dinero con la condición de que cada mes que pasara sin cobrar la deuda, se la duplicaría. Debido a la pandemia, la víctima tuvo que volver a su país natal y no pudo pagarle hasta que regresó aquí.
Entonces, la cantidad a pagar había subido a 3.000 euros. El hombre le quitó sus papeles y empezó a explotarle. Además, se alojaba en contenedores habilitados como viviendas de manera "indigna e insalubre".
Permaneció en este estado alrededor de dos años, junto a las otras dos víctimas. En este contexto, el trabajador calcula que ha pagado al líder del grupo unos 90.000 euros mediante sus labores realizadas. Pero le sigue solicitando la deuda.
En el registro policial del domicilio del cabecilla, la Policía intervino 1.650 euros y 1.802 leus rumanos en efectivo. Se encontraron varios extractos bancarios a nombre de los arrestados y de sus familiares, con un saldo acumulado de más de 130.000 euros.
Un dinero procedente de transferencias realizadas por parte de empresas agrícolas francesas, para las que habían trabajado las víctimas. Aunque tenían nóminas, no estaban dados de alta en la Seguridad Social.
Por estos hechos, tanto el matrimonio como el propietario de las fincas fueron detenidos por la presunta comisión de los delitos de trata de seres humanos, extorsión, pertenencia a grupo criminal y delito contra el derecho de los trabajadores.
Pasaron a disposición del Juzgado de Instrucción en funciones de guardia de Novelda. En cuanto a los cuatro hombres rescatados de esta situación, han recibido asistencia de los servicios sociales.
Las investigaciones seguirán, en contacto con las autoridades extranjeras, porque otras cuatro víctimas viajaron a Francia para ser explotadas laboralmente.
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