La casa y la consulta de Mariana, ginecóloga de profesión, se llenan de nacimientos en Navidades. "Están guardados durante el año y los pongo el primer domingo de adviento en diciembre hasta el último domingo de enero con la Epifanía", explica Mariana Gómez.
Esta alicantina cuenta con una impresionante colección compuesta por 753 nacimientos. Una afición que comenzó en 1980. "Somos una familia religiosa y a mí me gusta viajar. Siempre le regalaba a mi madre un rosario de allí donde iba, pero estando en Roma vi un nacimiento y decidí cambiar y regalárselo y así empezamos a comprarle", explica.
Cuando su madre se hizo mayor, se trasladó a vivir a casa de Mariana y se llevó con ella las figuras. "A partir de ese momento empezamos a comprar más y como los amigos y familiares sabían de mi afición me regalaban en cumpleaños, santos, reyes y demás", cuenta.
En sus múltiples viajes ha recopilado nacimientos de paises como México, Canada, Argentina, Australia y de la mayoría de países europeos. "Es casi como un vicio porque allá donde voy siempre estoy buscando para comprar", asegura.
En su nutrido repertorio también tiene figuras de lugares donde no ha estado que "me han traido amigos" y otros que "compré en la Feria de Navidad donde exponen nacimientos de todo el mundo como de África".
En estas fechas, la casa y la consulta de esta mujer se llena de amigos, conocidos y curiosos que quieren disfrutar de su colección. "Quien quiere verlos puede venir, mi casa siempre está abierta y todos son bienvenidos", afirma Mariana, que explica que "algunas de las personas que vienen por curiosidad se creen que tengo unos cuantos, pero cuando comprueban todos los que he ido acumulando se quedan impresionados".
Cada uno de los nacimientos que acopia tiene una historia. "Tengo uno que me lo regaló una mujer, que no tenía el San José y le dije no pasa nada, será el nacimiento de la madre soltera", cuenta.
Uno de los que guarda con cariño, lo consiguió de una vecina de su pueblo, Catral (Alicante), a la que se lo había regalado la madre de Mariana cuando esta mujer se casó. "Me dijo que si lo quería y de dije que por supuesto que sí. Estaba un poco deteriorado después de tantos años pero lo restauré y quedó muy bonito", explica.
Precisamente, de todos, el que más le ha costado completar fue el primero que compró para su madre en Roma, un nacimiento de la marca valenciana Lladró. "En el viaje compré las figuras de la Virgen, San José y el Niño, pero cuando intenté comprar el resto estaba descatalogado. Al final conseguí las últimas figuras en 2015 en la propia fábrica de Lladró".
Sin duda, este es uno de los nacimientos con un mayor valor emocional para Mariana y también de más valor económico. "Tengo nacimientos hechos en papel que me costaron tres euros y tengo uno realizado por la reconocida belenista italiana Ángela Tripi que está valorado en 4.000 euros".
Independientemente del precio, Mariana cuida cada uno de sus nacimientos como un tesoro del que disfruta cada Navidad.