Algunas especies animales se han dado a conocer a través de distintas obras de ficción, siendo las más importantes las que han llegado desde la literatura y el cine.
El Rey León supone un hito para varias generaciones a las que acercó a la maravillosa fauna africana. Uno de los personajes más conocidos es Pumba y también su inseparable compañero Timón. Gracias a ellos, muchas personas han podido saber qué es un facóquero o una suricata y han podido profundizar en su estudio.
Bioparc Valencia alberga estas dos especies y muchas otras de la mítica película, entre ellas leones con su estampa sobre la atalaya rocosa, y ahora es un momento de gran alegría al poder anunciar el nacimiento de una camada de facóqueros.
Uno de los objetivos del parque es acercar la naturaleza salvaje para que los visitantes puedan admirar su belleza y comprometerse en su protección. Y, paralelamente, otro objetivo fundamental es la conservación de las especies amenazadas, tanto en su hábitat con los proyectos de su fundación como en el parque, mediante la participación en cerca de 50 programas internacionales.
Entre ellos se encuentra el facóquero (Phacochoerus africanus) y el parque reforzó su compromiso con su preservación al recibir este verano una nueva y joven pareja de esta especie incluida en la Lista Roja de la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza), por el momento con “Preocupación Menor” pero con una inquietante tendencia decreciente.
La integración ha sido excelente y el éxito con esta primera camada aporta esperanza a su especie. Tras la primera revisión veterinaria se ha podido confirmar que son dos hembras y el comportamiento de los progenitores, Kwini y Zacarías, está siendo ejemplar. Una crianza adecuada es vital y, al comprobar que todo se está desarrollando con normalidad, el equipo técnico que se encarga de su bienestar mantiene la vigilancia evitando, al mismo tiempo, cualquier perturbación y por el momento permanecen en su recinto interior. Hay que tener en cuenta que las crías nacen sin pelo y en su hábitat se mantienen en madrigueras, protegidas de las bajas temperaturas y otras amenazas.
El parque alberga desde 2008 otra pareja muy reconocida entre los visitantes, Masango y Dalia, que han criado en varias ocasiones. En la actualidad tienen una edad muy avanzada para su especie, 16 años, cuya esperanza de vida se sitúa entre los 7 y 11 años. Podemos contemplarlos en la sabana, en la recreación del termitero, junto a la madriguera del oricteropo.
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