Fátima, la mujer asesinada por su marido en Sagunto estaba hablando con una trabajadora social cuando este la degolló. “¡Está entrando, está entrando!”, le dijo. La empleada pública llamó de inmediato a la Policía. Una vecina llamó también al 112 cuando tras escuchar el golpe vio a la niña en su patio.
Fátima, de 34 años, se estaba separando de su expareja, un hombre de 39 años, que se entregó en comisaría con la ropa ensangrentada y que ha reconocido el crimen.
La víctima estaba hablando con una trabajadora social cuando su marido la atacó con un cuchillo. Cuando llegaron los agentes, a los que avisó la trabajadora social, ella estaba ya muerta con un corte en el cuello. Del marido ni rastro. Había huido de la vivienda.
La hija, de 13 años, se precipitó a un patio interior. Los agentes investigan si la tiró el padre o se cayó ella. Una vecina llamó al 112 cuando vio a la chica en el suelo tras escuchar un fuerte golpe.
La vecina, narra al diario Las Provincias, que no se acercó a la niña por miedo. La adolescente estaba llorando por las graves heridas.
Fátima se separó de su marido, Abdullah, en 2016 después de que le diera una paliza. Desde entonces vivía sola con sus hijas, de 13 y 4 años. Ahora había decidido formalizar la separación de forma legal.
Sus últimas palabras a la trabajadora social fueron: “¡Está entrando, está entrando!”. Fátima es la víctima número 54 de la violencia machista de este 2023 en España.
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