El Gobierno de Pedro Sánchez ha pedido el uso del catalán, euskera y gallego en la Eurocámara, sin mencionar expresamente el caso del valenciano. Además, en el acuerdo entre Carles Puigdemont y el presidente en funciones se ponía en marcha el uso de lenguas cooficiales en el Congreso, donde tampoco se mencionaba el valenciano.
Ante dicha situación, no han tardado en aparecer reacciones en la política valenciana. La consellera Susana Camarero, vicepresidenta de Servicios Sociales e Igualdad, ha denunciado "un acuerdo para dividir y no para unir" y ha asegurado que "el Consell no lo va a permitir". Camarero ha anunciado que "en el próximo pleno se aprobará una declaración institucional como requerimiento para que se respete nuestra historia y cultura".
Además, ha declarado que "no tiene sentido utilizar la lengua de manera partidista" y ha exigido "respeto" para la Comunidad Valenciana. Concretamente, el Consell ha exigido que el valenciano tenga "el mismo estatuto de oficialidad que el resto de lenguas cooficiales", ya que, según ha recordado, así lo establecen tanto el Estatuto como la Constitución. También ha recalcado que el Senado es la cámara de representación territorial donde las diferentes lenguas de España "ya pueden ser utilizadas".
También ha mencionado el artículo 6 del Estatuto Valenciano la responsable de Medio Ambiente, Salomé Pradas, que defiende que dicho artículo sí incluye el valenciano cuando se habla de lenguas cooficiales. Ha confirmado que remitirán a Pedro Sánchez y a Francina Armengol el requerimiento. Incluso, podrían enviar una petición al presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, ante cualquier situación que afecte al valenciano.
Por su parte, la Real Academia Valenciana de la Lengua sí ha apoyado y aplaudido la iniciativa del Congreso.