La localidad valenciana de Gestalgar es una de las pocas de España en las que todavía no está claro quién gobernará los próximos cuatro años. El resultado inicial, un empate técnico entre PSPV y PP, con 207 votos cada uno, está pendiente de resolverse con dos alegaciones y la llegada del voto por correo de una vecina que está de Erasmus en República Checa.
El alcalde del municipio, Raúl Pardos, del PSPV, lleva al mando desde 2003 y está convencido de que la papeleta que está por llegar decantará la balanza a su favor. “Se hizo cuatro horas en bus para ir a votar al consulado”, señala sobre la joven desplazada por sus estudios.
En cuanto a los otros dos votos, declarados nulos por la presidenta de mesa, uno por un raya “que no tapa nada” y otro por tener un trozo cortado en la parte de abajo, han presentado alegaciones que previsiblemente se resolverán este viernes, cuando se pronuncie la Junta Electoral.
En el caso de que ninguna de estas circunstancias resolviese el empate, este se tendría que romper, como dice la normativa, con un sorteo a cara o cruz, lanzando una moneda al aire. “Yo preferiría piedra, papel o tijera o hacerla a pares o nones”, bromea el alcalde, “pero haré lo que toque”.
De proclamarse ganador, Pardos, afrontaría su sexta legislatura, en un nuevo triunfo político que siempre ha obtenido “de manera holgada”, asegura. Sin embargo, entre los vecinos hay disparidad de opiniones al respecto, algunos señalan que se deberían repetir las elecciones, o que ambas fuerzas políticas deberían formar un gobierno de coalición.
Otros, incluso, consideran, que podrían compartir la legislatura, “dos años cada uno”, aunque en lo que la mayoría coincide con su por ahora alcalde es en que no están a favor de resolver con la moneda, pero "si no hay más remedio", se resigna una vecina, a la espera de ver qué noticias llegan de cara al fin de semana.