El sueño de superar la barrera de los 100 años con una buena calidad de vida cada vez está más cerca. Al menos eso pronostica Iñaki Berenguer, un inversor y emprendedor valenciano que, junto a Amol Sarva, ha impulsado un fondo de inversión de 100 millones de dólares para invertir en empresas de software de EEUU y Europa dedicadas a buscar soluciones para prolongar la vida de las personas y también del planeta.

Un fondo en el que recientemente ha entrado Juan Roig a través de Angels, la sociedad de inversión del presidente de Mercadona. "Es un orgullo porque es un referente para todos los emprendedores", afirma Berenguer.

El objetivo de Life Extension (LifeX) Ventures no es solo prolongar la vida en años, también mejorar los años de la vida. "De nada sirve llegar a los 120 años si estás postrado en una cama desde los 80 o si tienes problemas de salud mental. La idea es mejorar la vitalidad y que cuando tengas 80 años puedas seguir esquiando o jugando al tenis", explica Berenguer, que añade que "es más importante aumentar los años productivos de tu vida, aunque eso va a provocar dilemas sociales importantes que ya estamos viendo, por ejemplo con las protestas en Francia por la propuesta de retrasar el periodo de jubilación".

En los últimos 40 años la esperanza de vida se ha alargado considerablemente. "Es lo que se conoce como la "velocidad de escape". Si miras este periodo, cada década estamos aumentando nuestra longevidad en dos años más. Si la medicina empieza a avanzar rápido se puede mejorar este índice y llegar a prolongar la vida una década cada diez años", asegura.

Una progresión que, según Berenguer, llegará de la mano del análisis de datos. "El mundo de la medicina y la biología está convergiendo con el mundo de los datos y la inteligencia artificial y se innova a la velocidad de la tecnología y no de la medicina, que es mucho más lenta", señala.

De hecho, este emprendedor es ingeniero de Telecomunicaciones y fundador de compañías como Pixable o Contactive. "Yo soy de datos. Trato de ver el futuro y adelantarme a estas olas de longevidad. Las empresas que se dedican a esto salen ahora y nosotros intentamos encontrar esos emprendedores y ayudarlos a que tengan un impacto mucho mayor", explica Berenguer, que señala que "el innovador que crea este tipo de empresas tiene un perfil tecnológico. Los médicos son los que entienden el problema, pero los que encuentran la solución normalmente son los ingenieros".

En el mundo de la longevidad es habitual realizar una analogía entre el cuerpo humano y un coche. "Cuando conduces a tiempo real vas monitoreando el estado del vehículo, la temperatura del coche, si hay una avería se enciende un piloto, etc... Tienes un panel que te dice cómo va todo. Sin embargo, las personas nos hacemos como mucho una analítica de sangre al año y ni siquiera son exhaustivas. Una medicina casi medieval en la que el médico tiene casi que adivinar qué te pasa", explica.

En la actualidad ya existen multitud de pruebas y tratamientos como análisis genéticos, pruebas de rayos o tratamientos celulares. "Esto son temas de datos que pueden hacer que la medicina sea totalmente personalizada y que te digan según tu ADN si eres más propenso a una enfermedad o que tratamientos farmacológicos se adaptan mejor a tu persona", señala.

Con toda esta información se pueden realizar predicciones para señalar tendencias. "Si estas monitoreado continuamente, por ejemplo si en tu váter tienes un sensor barato que te analiza a diario la orina, se pueden hacer predicciones a partir de los datos obtenidos y determinar las probabilidades de tener cierta enfermedades", afirma.

Sin embargo, estos avances siguen estando al alcance de unos pocos, los más ricos. "Los emprendedores que están detrás de las empresas en las que invertimos son los responsables de que se innove más rápido y que esos avances sean accesibles para más gente, permitiendo que lleguen al mercado de forma más democrática".